La clave de la alimentación en una mujer embarazada consiste en dividir sus alimentos en varias comidas, sostiene nutriólogo.
Nadie puede negar que los antojos forman parte del embarazo y muchas veces son los responsables del sobrepeso durante la gestación y después del parto.
En ese sentido, Arnaldo Hurtado, médico nutriólogo, recomienda orientar los antojos hacia versiones u opciones más saludables, cuidando el tamaño de la porción y sustituyéndolos por otros que impacten menos en el peso y la salud de la mujer.
“Si el antojo es de chocolate, no se debe escoger el más grande ni el que contenga más azúcar; por el contrario, elegir uno con mayor contenido de cacao que posee menos azúcar. En el caso de los helados, preferir los de fruta en lugar de los helados de crema, en porciones pequeñas y sin barquillo; o mejor aún, reemplazarlo por un yogurt congelado bajo en grasa”, explica el especialista.
La clave de la alimentación en una mujer embarazada consiste en dividir sus alimentos en varias comidas. De acuerdo al doctor Hurtado, una alimentación balanceada de por lo menos cinco comidas al día, disminuye la probabilidad de tener antojos.
Los antojos son típicos en el segundo mes de embarazo, pero no por ello se deben permitir al cien por ciento porque podrían ocasionar una ganancia de peso exagerada y por ende complicar el embarazo, aumentando el riesgo de tener preeclamsia.
Durante el embarazo, lo normal es que la mujer aumente entre nueve y doce kilos de peso. Sin embargo, muchas mujeres sufren depresión post parto y comen más debido a la lactancia o sencillamente dan luz verde a sus antojos por distintas causas.
"No le pasará nada al bebé, en términos de salud, si un antojo desesperado no es atendido”, advierte el nutriólogo.
Recomendaciones
Entre los productos que se debe evitar consumir, el especialista hace énfasis en la comida chatarra y las frituras en general, así como también los piqueos que contienen mucha sal y las bebidas azucaradas (jugos con azúcar y gaseosas). Descarta además los dulces y postres como los queques, pasteles y panes, por su alto contenido de grasas hidrogenadas.
En cambio, subraya la importancia de los lácteos como fuente de proteínas de alto valor biológico, agente rehidratante, fuente de calcio y vitamina D, de vital importancia para una buena densidad ósea e incluso para el control de antojos.
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