¿Cómo es posible que algo tan terrible como el tabaco se registra en nuestras mentes como algo erótico?
Llevarse un cigarro a la boca y encenderlo con una mirada seductora puede resultar sexy. Esa sensual imagen del humo saliendo entre los labios puede despertar interés y deseo, pero cuidado, es solo una ilusión ya que este acto puede llevarlo a sufrir de disfunción eréctil.
¿Cómo es posible que algo tan terrible como el tabaco se registra en nuestras mentes como algo erótico?
La presentación del cigarro como dispositivo para aumentar el atractivo sexual viene desde hace bastantes décadas.
Anuncios comerciales de televisión e impresos de principios del siglo pasado lo señalaban abiertamente, hasta que diversos estudios confirmaron que el cigarro además de provocar problemas cardiacos, posible cáncer al pulmón -entre otras neoplasias- también produciría disfunción eréctil.
VIGOR SEXUAL SE HACE HUMO
Según un informe presentado por la Asociación Médica Británica fumar provoca impotencia. El urólogo y sexólogo peruano Max Lazo explica que "la nicotina actúa sobre la circulación arterial provocando una vasoconstricción que impide la llegada de sangre al pene impidiendo su erección y rigidez".
Las arterias peneanas de los fumadores se encuentran afectadas por una arterioesclerosis acelerada, con mayores depósitos de colesterol y, por lo tanto, con flujos sanguíneos menores.
También por el efecto de la nicotina se produce una dilatación del sistema venoso que impide que la sangre quede atrapada en el pene, aspecto que dificulta enormemente mantener la erección.
La clínica especializada en la disfunción eréctil Boston Medical Group reveló en su más reciente estudio, que un 27.2 por ciento de los pacientes que tienen problemas para llevar a cabo un correcto encuentro sexual son asiduos al tabaco.
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