Los casos de neumonía aumentan considerablemente en invierno.
Las infecciones respiratorias como la neumonía se viralizan durante esta etapa del año. Factores como el frío, la humedad, y la falta de ventilación influyen en la propagación de diversos agentes infecciosos. El neumólogo José Pineda nos da 8 datos para tener en cuenta.
1) Infección de los pulmones. La enfermedad se origina cuando los alveolos de los pulmones se infectan y se llenan de pus. Esta infección puede producirse por bacterias, hongos o virus que ingresan a los pulmones mediante las vías respiratorias.
2) Contagio persona a persona. El contagio de la enfermedad sucede cuando una persona infectada tose, habla, estornuda o se ríe cerca de la cara o boca de otra persona.
3) Grupos de riesgo. Los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 65 años son más propensos a tener complicaciones de esta enfermedad, debido a que sus sistemas inmunológicos son débiles o están recién en formación.
4) Síntomas. En niños, los síntomas son dificultad para respirar, tos, fiebre, así como sibilancia al respirar. En adultos mayores, los síntomas más habituales son confusión, malestar general y mucha sonmolencia.
5) Influencia del invierno. El frío invernal influye en más de una manera a la difusión de esta enfermedad. “Los virus más agresivos son los de la influenza, los cuales reaparecen en el invierno. Además, el frío directo paraliza los mecanismos de defensa del sistema respiratorio. Eso sucede por ejemplo en las zonas andinas”, explica Pineda.
6) Humedad y contaminación. Además, la humedad es un excelente vehículo de transporte de gérmenes, virus y bacterias, lo cual sumado a la contaminación del ambiente facilita el contagio de enfermedades.
7) Conductas perjudiciales. El especialista en salud destaca algunas conductas que favorecen la propagación de este tipo de enfermedades. “No taparse al estornudar, estar muy cerca de las personas, no ventilar el ambiente o cocinar con cocinas a leña en ambientes cerrados son factores que deben evitarse”.
8) Vacunas. Existen algunas vacunas que nos pueden ayudar, tales como la vacuna contra los neumococos y contra la influenza.
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