Los pequeños que no completaron su esquemas de vacunas para evitar la tos convulsiva pueden contagiar el germen de la enfermedad a otros niños menores de seis meses y provocarles secuelas neurológicas graves e, inclusive, la muerte.
Los niños que no completaron su esquema de vacunas para evitar la tos convulsiva, pueden contagiar el germen de la enfermedad a otros niños menores de seis meses y provocarles secuelas neurológicas graves e, inclusive, llevarlos hasta la muerte, informaron especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN).
La subdirectora del mencionado nosocomio, Virginia Garaycochea Cannon, explicó que la DPT, una de las vacunas que inmuniza contra la tos convulsiva (tos ferina), se aplica en cinco momentos del ciclo de vida de los niños y niñas: al segundo mes de nacido, al cuarto mes, al sexto mes, al año y medio y a los cuatro años de edad.
“Si los padres de familia incumplen este esquema de vacunación, la protección contra la tos convulsiva en sus hijos no se dará. Por eso es que los niños o niñas mayores de 10 años trasmiten el germen a sus hermanitos o a los menores de seis meses cercanos a ellos, porque el periodo de protección de la vacuna terminó”, explicó a la agencia Andina.
La especialista reveló que el año pasado los casos de tos convulsiva aumentaron en dos sectores poblaciones, como son los menores de seis meses y los mayores de 10 años. El 2012 el INSN atendió en los servicios de consulta externa 1,003 casos, de los cuales 159 pacientes requirieron hospitalización.
“En los bebés los síntomas de esta enfermedad son sutiles, la tos severa no le provoca vómitos, por ejemplo, sino un paro respiratorio en cualquier momento. Ante esa situación los llevamos a las unidades de cuidados intensivos en donde muchas veces fallecen”, agregó la pediatra.
La tos convulsiva forma parte de las denominadas infecciones respiratorias agudas (IRAS) como las neumonías complicadas y bronquiolitis, que son motivo frecuente para que niños, niñas y adolescentes que acuden al ex Hospital del Niño sean hospitalizados.
Si este tipo de enfermedades ataca a pacientes con morbilidades múltiples como cardiopatías congénitas, Síndrome de Down, con operaciones por malformaciones o con parálisis cerebral infantil, los riesgos para la salud del paciente aumentan porque tienen sus defensas bajas.
“A este grupo también se le prescribe hospitalización inmediata para evitar problemas”, comentó la especialista.
Según el Instituto Nacional de Salud del Niño, el año pasado fueron hospitalizados en ese nosocomio más de 10 mil menores, de los cuales el 86% correspondió a pacientes de Lima Metropolitana y el Callao; y 14% del interior del país.
De ese total, el 20% – unos dos mil niños – fueron internados por IRAS, 18% por malformaciones congénitas y anomalías cromosómicas; y 15% por traumatismos, envenenamientos y/o causas externas como picaduras, accidentes de tránsito o caseros.
El ex Hospital del Niño tiene actualmente 450 camas, de las cuales 17 están ocupadas de forma permanente por pacientes que dependen de ventilación mecánica.
En cuanto a los consultorios externos, el INSN atendió 583 mil consultas durante el 2012, en las áreas de medicina general, psicología, odontología y nutrición.
EFE
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