Organización Panamericana de la Salud propuso dicha medida ya que la mayoría de los productos contienen niveles elevados de grasas y azucares lo que ocasiona altos índices de sobrepeso y obesidad.
Con la intención de reducir los índices de sobrepeso y obesidad en los escolares, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) propuso que se prohiba en todos los quioscos de las escuelas del Perú la venta de comida "chatarra".
Miguel Malo, asesor en Desarrollo Sostenible y Salud de ese organismo, dijo que los dulces y las bebidas gaseosas que se expenden en los quioscos de las escuelas tienen un alto contenido de azúcar, y su consumo se asocia a los índices de adiposidad.
Agregó que es necesaria la pronta intervención de las autoridades, en vista de los resultados de la Encuesta Mundial de Salud Escolar 2010, según la cual el 54% de alumnos peruanos confesó haber consumido gaseosas una o más veces por día en el último mes.
La investigación reveló también que cerca del 20% de estudiantes presentaron sobrepeso y un 3% obesidad, de acuerdo con los valores reportados de peso y talla.
“En la actualidad estamos teniendo en el Perú una epidemia de sobrepeso y obesidad, lo que significa un gran riesgo. Esto tiene que ver con medidas de salud pública que se deben adoptar”, expresó el especialista.
Detalló que estos productos procesados tienen gran cantidad de grasas saturadas, menos fibras, una mayor cantidad de grasas trans, muchas más calorías por gramo y más sal que los alimentos naturales, lo cual constituye un factor de riesgo para desarrollar la obesidad.
Además, dijo el asesor de OPS, debería promoverse con mayor frecuencia el consumo de frutas en las loncheras escolares, pues solo el 30% de alumnos de segundo a cuarto año de secundaria dijo haber comido frutas dos o más veces al día en el último mes, lo cual aún es poco.
El especialista anotó que el precio de la comida chatarra es en algunos casos alto, indicó que una gaseosa embotellada que cuesta S/. 2.00, y que por ese mismo precio se podría comprar una manzana, un durazno o una pera en cualquier mercado para incorporarla a la lonchera escolar.
Otro de sus planteamientos fue la regulación de la propaganda de alimentos chatarra dirigidos a los niños en los medios de comunicación. “No estamos proponiendo que esto se prohiba, sino que se regule porque los niños consumen esto porque hasta regalan juguetes”, apuntó.
ANDINA
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