Los niños muchas veces no quieren comer en la mesa y esto es un problema que afecta su salud, por ello conversamos con un reconocido especialista para saber cómo poner fin a esta situación.
Los niños en general comen poco, una realidad que se ve todos los días en la mesa. Los padres son los primeros en notarlo y se preocupan porque no saben qué hacer.
Para Mauro Fisberg, pediatra y nutriólogo brasilero, existen 4 situaciones que no ayudan a que nuestros hijos coman adecuadamente y cada una merece un trato diferente:
El niño selectivo. "Este niño tiene que tener preparaciones especiales. Tenemos que entender que es un niño gourmet; a él no le gusta la alimentacion común, pero le gustan los sabores diferentes", explica Fisberg.
El niño que tiene miedo a comer. "Es el niño que tiene pánico. Tenemos que cambiar o de instrumento o de la persona que tiene la responsabilidad de su cuidado". Para el especialista que el niño coma bien en la escuela y en la casa no, es un típico indicador de esta caracteristica.
El niño sumamente inquieto. "Límites, el niño que es muy agitado tiene que estar en la mesa, tiene que estar en un sillón, tiene que estar por un determinadio periodo útil durante la alimentación. Tenemos que sacar la televisión, tenemos que hacer la alimentación el momento más tranquilo posible del día".
Finalmente, está el niño que come bien pero son los padres los que causan una mala alimentación. "Ese niño no tiene ningún problema, ese niño está absolutamente normal, lo que tenemos que hacer es orientar a los padres a tener expectativas adecuadas al tamaño y al crecimiento, a la fase, a la edad".
La ayuda de un pediatra es fundamental antes de tomar alguna acción, si va a incluir alimentos nuevos a la dieta tenga paciencia, dé el ejemplo y nunca deje de insistir.
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