Mitchell Skiba no calculó el ancho de la puerta de salida, golpeándose fuertemente con su propio bastón.
Un jugador de hockey sobre hielo sufrió un duro golpe que pudo haber tenido consecuencias fatales, pero que afortunadamente solo quedó en una anécdota graciosa.
El hecho ocurrió cuando Mitchell Skiba, defensor de los Alpena Flyers de Michigan, tenía que abandonar el campo de juego debido a que lo habían expulsado.
El jugador, visiblemente molesto con la decisión arbitral, no calculó el ancho de la puerta de salida, golpeándose fuertemente con su propio bastón.
El bastón le dio en el cuello tan fuerte que lo tumbó al suelo ante la mirada atónita de los espectadores.
Afortunadamente, el golpe no fue de consideración. Skiba, avergonzado, se reincorporó rápidamente y continuó su camino a los vestidores, dejando su bastón abandonado en el suelo.
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