Pese a sufrir de nistagmo, la pequeña Lola Walters es una de las mejores representantes de la Academia Americana de Gimnasia de Long Beach.
La pequeña Lola Walters tiene 13 años y es legalmente ciega. Su situación, lejos de amilanarla, no le ha impedido ser una de las mejores gimnastas de la Academia Americana de Gimnasia de Long Beach.
"La mayoría de las personas con las que compito no saben que soy diferente a ellos. Y en lo que a mí respecta, puede permanecer de esa manera", comenta la joven deportista.
Lola Walters sufre de nistagmo, una enfermedad que le genera un movimiento involuntario e incontrolable de los ojos. Además de ello, no tiene la percepción de profundidad.
La madre de Lola, Beth, cuenta que su hija ha sido gimnasta desde los tres años y que, pese a la adversidad, ha sabido hacerse un espacio entre sus compañeras.
Comparte esta noticia