La máquina, de aspecto similar a las que abundan en las calles para distribuir bebidas, ofrece oro en forma de monedas y pequeños lingotes de entre uno y 31,1 gramos.
Los japoneses ya pueden comprar oro en máquinas expendedoras, gracias a la iniciativa de una empresa que ha instalado uno de estos artilugios en Tokio para responder a la creciente demanda de este metal, informaron hoy medios locales.
La máquina, de aspecto similar a las que abundan en las calles de Japón para distribuir bebidas, ofrece oro en forma de monedas y pequeños lingotes de entre uno y 31,1 gramos (una onza), según datos de la empresa japonesa responsable, Space International.
Cada moneda o lingote incluye un certificado de garantía que especifica el peso y la pureza del oro adquirido, cuyo precio se fija en función de su valor en el mercado.
Este lunes, cuando la compañía presentó la máquina a los medios en Tokio, ésta distribuía un gramo de oro a cambio de 6.800 yenes (61,6 euros).
Aunque el principal producto es el dorado metal, el aparato también distribuye monedas de plata con un peso de entre 15,5 y 62,2 gramos (de media onza a dos onzas), según la empresa.
La primera de estas máquinas luce desde hoy en la entrada de las oficinas de Space International, en el centro de Tokio, y está previsto que próximamente se instale otra en un exclusivo hotel de la capital nipona antes de ampliar la iniciativa a centros comerciales.
Según explica la compañía en su página web, estas originales dispensadoras automáticas pretenden ofrecer una alternativa a los inversores que buscan un valor seguro, ante la inquietud por la persistente deflación en Japón.
Las máquinas expendedoras son un elemento habitual del paisaje urbano nipón desde su aparición hace 40 años, aunque sus servicios se han multiplicado y hoy venden los artículos más variopintos, desde bebidas y tabaco hasta comida precocinada, pilas, flores o complementos de moda.
Con más de 5,5 millones de expendedoras, Japón es el país del mundo con mayor densidad de esas máquinas por habitante, uno por cada 23 personas, según datos de la Asociación de Productores de Dispensadores Automáticos (JVMA, siglas en inglés).
EFE
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