En experimentos con ratones, científicos demostraron que la ausencia del gen IL-15Rα permite a los roedores correr mucho más que sus pares.
Un grupo de fisiólogos de la Universidad de Pennsylvania, liderados por Tejvir Khurana, descubrieron un gen -llamado IL-15Rα- que estaría relacionado con la contracción de los músculos.
En experimentos con ratones, demostraron que su ausencia les permite a los roedores correr mucho más que sus pares. Y no unos cuantos minutos más, sino que hasta seis veces más.
El equipo de científicos diseccionaron los músculos de estos ratones y descubrieron que poseían más fibras y más mitocondrias, provocando que estos se tardaran más tiempo en cansarse y agotar sus recursos energéticos.
Esta condición, de paso sugiere una predisposición genética a las pruebas de resistencia por parte de algunos atletas. Los fondistas también poseen variaciones del receptor α en el gen IL-15 y esto explicaría su capacidad para mantener el ritmo en largas distancias.
Aún resta estudiar qué hace que tengan semejante proclividad hacia la actividad física. En definitiva, ver si la falta de IL-15Rα genera hiperactividad y también tenacidad o si eventualmente el sujeto podría permanecer calmo sin sufrir efectos secundarios.
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