Especialistas explicaron en qué situaciones las mentiras o maquillar la verdad son necesarias para mantener una convivencia pacífica, agradable y educada.
La verdad en todos los casos no es la única opción, y las medias verdades se justifican cuando se siente miedo a no saber gestionar situaciones difíciles.
A veces las mentiras o maquillar la verdad son parte de las “reglas de juego” para mantener una convivencia pacífica, agradable y educada.
Especialistas en psicología, filosofía y detección de la mentira abordaron este tema para un artículo de Buena Vida de Elpais.com
Para la psicóloga Rocío Guerra planteó que si bien todo el mundo tiene derecho a conocer su verdad, también puede poner sus propios límites en la información recibida. “Cuando una persona está enferma y no quiere conocer su pronóstico, se encuentra en pleno derecho de no saberlo y solo ella debe decidirlo”, comentó.
En el caso de las relaciones de pareja, la decisión de mentir u ocultar la verdad puede ser más peligrosa. “La sinceridad es uno de los aspectos más valorados cuando decidimos compartir nuestro proyecto de vida con otra persona”, señaló la especialista.
Sea cual fuere la situación, hay algunas formas en que se debe proceder para que un "engaño" pueda ser creído por otros y perdure en el tiempo.
“En general, hay que preparar bien lo que vamos a decir, convencernos de ello y la coherencia vendrá por sí misma", indicó Alicia Martos, directora del máster en Comportamiento No Verbal y Detección de la Mentira de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).
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