La técnica se denomina las «cinco S» y según sus autores, esta metodología actúa como distracción para los bebés que reciben sus vacunas.
La vacunación debe de ser un momento estresante y doloroso para el bebé, y un mal rato también para los padres que buscan el modo de calmar a los pequeños. Ante ello un equipo puso a prueba las llamadas "cinco S", un método para calmar a los bebés que popularizó el pediatra Harvey Karp en el libro "The Happiest Baby on the Block".
Se denominan las "cinco S", debido a que en inglés se definen con palabras que comienzan con «s»: swaddling (envolver al bebé), side/stomach position (colocarlo de lado o boca abajo), shushing (hacer «shhhh»), swinging (acunarlo o mecerlo), y sucking, (darle el chupón).
El estudio, publicado en la revista Pediatrics, incluyó a 234 bebés de entre dos y cuatro meses de vida que recibieron las vacunas de rutina. El equipo los dividió en cuatro grupos.
En uno, se les dio un sorbo de agua antes de aplicarles la vacuna y, luego, se los entregó a los padres para tranquilizarlos (grupo de control). El segundo grupo recibió agua azucarada en lugar de agua común, mientras que los grupos restantes recibieron agua o agua azucarada antes de las vacunas y las "cinco S" después.
Los resultados mostraron diferentes puntuaciones de dolor, excepto en los bebés que fueron atendidos con los consejos del pediatra Harvey Karp. De hecho, estos niños tuvieron menos signos de dolor y dejaron de llorar antes. Sólo unos pocos seguían llorando un minuto después de la vacunación, comparado con la mitad de los bebés del grupo de control y el 30% del grupo que sólo había recibido agua azucarada.
Según los autores, esta metodología actúa como distracción para los niños. De alguna manera, dice Harrington, al brindarles comodidad física y una voz tranquilizadora, "abordamos el mecanismo natural de alivio de los bebés".
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