La atención de un niño quemado es muy costosa, ya que requiere de procedimientos especializados de cirugías, fisioterapia y psicología, sostiene experto.
Las quemaduras figuran entre los accidentes más frecuentes, graves que existen en el país, informó el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) donde la atención de estas contingencias -la mayoría de ellas domésticas- se incrementa entre 5% y 10% cada año.
Andy Wiegering, médico jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del INSN, estimó que un elevado porcentaje de estos hechos podría evitarse, ya que se deben a descuidos que ocurren en casa. La población más afectada son los niños, 90% de ellos menores de cinco años.
“El número de estos accidentes se incrementa entre 5% y 10% cada año, dejando cada vez más niños afectados no sólo física sino psicológicamente, con terribles secuelas que muchas veces necesitarán de rehabilitación de por vida”, agregó.
El especialista explicó que “el descuido doméstico, sumado a la pobreza y al incremento de la tasa de natalidad dan como resultado estas cifras. El mayor porcentaje de estos accidentes se da en los lugares más pobres debido al uso de velas, fósforos o condiciones precarias”.
Wiegering indicó que anualmente son unos 7 mil niños los que son atendidos por quemaduras de primer, segundo y tercer grado. Y en lo que va del año son 300 los menores que han sido operados por quemaduras de tercer grado, la más gravé de todas.
Resaltó que en la actualidad los tratamientos son más eficaces debido a una mejor tecnología y mejores insumos con los que se cuenta. “Sin embargo, conocemos por la experiencia que una quemadura persiste para toda la vida”, dijo.
El galeno hizo un llamado a los padres de familia para que sean más precavidos y tomen las medidas necesarias para evitar estos terribles accidentes.
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