Cómo saber si mi bebé tiene un desarrollo psicomotor normal

Si un niño no realiza exactamente las actividades de acuerdo a los meses correspondientes, no debe ser signo de alarma; algunos demoran un poco más que otros. Un claro ejemplo es la edad a la que comienzan a hablar.

El término desarrollo psicomotor se refiere a la adquisición de habilidades en el niño de forma continua durante toda su infancia. Esto corresponde a la maduración del sistema nervioso y muscular (cerebro, médula, nervios y músculos) y al aprendizaje que el niño realiza, descubriéndose a sí mismo y al mundo que lo rodea.

Esto no significa pasar por alto ciertas demoras. La participación de un especialista siempre es bienvenida para sugerir estimulación o detectar algún problema real.

Por eso enumeraremos algunas de las actividades que debería realizar tu niño de 1 a 3 meses:

1er mes:

• Cuando está boca arriba realiza movimiento de brazos y piernas asimétricos
• Cuando está boca abajo levanta la cabeza por momentos
• Aprieta cualquier objeto colocado en la mano (reflejo de prensión)
• Frunce el ceño y rechaza con parpadeo la luz intensa
• Detiene sus movimientos al escuchar un sonido y demuestra estar atento
• Sonríe con la voz de la madre
• Llora por hambre, frío o sueño
• Chupa el pezón a la hora de tomar la leche (el reflejo de succión es muy importante)

2do Mes:

• Sigue objetos sin sonidos con la mirada (en un ángulo de 90°)
• Al contacto con un objeto abre y cierra la mano
• Emite sonidos (vocales como a, i, o) o dice “agu” cuando se le habla
• Sonríe ante cualquier rostro

3er Mes:

• Al estar boca arriba, la cabeza acompaña al movimiento del tronco al levantarlo y no cae
• Al estar boca abajo se apoya sobre sus antebrazos y levanta la cabeza
• Sus manos se encuentran abiertas y abre los brazos ante un objeto
• Sigue con la mirada objetos sin sonido (en un ángulo de 180°)
• Voltea al oir un sonido
• Se alegra cuando le van a dar pecho
• Responde indiferente a la voz molesta o alegre
• Juega con las manos

El desarrollo psicomotor es diferente en cada niño y va a depender de los estímulos que le proporcione el ambiente, el carácter, la existencia de alguna enfermedad, factores genéticos, etc. Siempre es necesario que se realice un control y seguimiento de su desarrollo por un pediatra, neuropediatra y fisioterapeuta.