Trapos de cocina: contienen bacterias que pueden permanecer hasta dos semanas en una esponja húmeda y al entrar en contacto con utensilios de cocina pueden infectarlos con bacterias como la Salmonella, el Campylobacter o la Escherichia coli, los patógenos intestinales más comunes. Acumulan más carga microbiana que el inodoro. |
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Fregadero: alberga 100 000 veces más gérmenes que los lavamanos del baño. Evidentemene no querrás tus alimentos o utensilios de cocina en un lugar tan sucio. |
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Caños, duchas y neveras: Son lugares perfectos para la formación de biopelícula, es decir, la acumulación de un alto número de microorganismos patógenos. En el caso de las neveras, están muy contaminadas debido a las bacterias de los alimentos crudos, algunas de las cuales pueden sobrevivir a la baja temperatura. La recomendación general es realizar una limpieza a la semana, mínimo. |
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Cepillos de dientes: Pueden albergar bacterias intestinales. De hecho, un estudio de la 'Quinnipiac University' sugiere que más del 60% de los cepillos de dientes de baños compartidos contiene materia fecal. |
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Piso: Las bacterias necesitan solo 10 segundos para contaminar un alimento caído al suelo. |
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Teclados de computadora y pantellas: los teclados pueden acumulan hasta 450 bacterias por tecla. El 'mouse' también es altamante contaminado, sobre todo si se trata de equipos compartidos. Y en el caso de las pantalla de smartphones, estas pueden contener unas 600 bacterias. |
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Tablas de cortar y cuchillos: Hasta un millón de bacterias viven en una tabla de cortar alimentos. Por ello, la recomendación es lavarla antes y después de usarla. La recomendación es no picar nunca sobre la misma superficie alimentos crudos como carnes con alimentos que se consumen sin cocinar como verduras o frutas. |
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Muebles y picaportes: Son grandes contribuyentes a la transmisión de la gripe y de otros virus respiratorios. |
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Juguetes: Una gran cantidad de virus respiratorios y digestivos se alojan en ellos, sobre todo porque los niños no tienen reparo en ponerlos en lugares sucios como el piso. Hay que desinfectarlos cada cierto tiempo. |
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"Limpiar no significa necesariamente eliminar microorganismos. Por ejemplo, muchos limpiadores eliminan la suciedad pero no los gérmenes", afirma la doctora Maite Muniesa, del Departamento de Microbiología de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona (España). Según la experta, la desinfección se consigue solo con el uso de productos que eliminen o inactiven los microorganismos, como la lejía. Sin embargo, la gran mayoría de personas no suele usarla para realizar el mantenimiento del hogar. En ese sentido, y para prevenir la proliferación de bacterias y evitar enfermedades, Muniesa elaboró una lista en la que menciona cuáles son los 10 lugares más contaminados en una casa.