La estadísticas sobre mortalidad son son exactas pero el número de muertes causadas por LES se sitúan "en los miles" al año, calculó el doctor Juan Rivera.
Científicos de los Institutos Nacionales de Salud (INS) de EE.UU. descubrieron que la activación de basófilos, un tipo de leucocito del sistema inmunológico, causa daños a los riñones de ratones en experimentos que pueden ayudar a desarrollar nuevos tratamientos para el lupus.
El lupus, cuya forma más dañina es el eritematoso sistémico (LES), es una compleja enfermedad que afecta a varios órganos cuando el daño a los riñones es grave y para la que no existe todavía una cura.
La investigación de INS apareció hoy publicada en la revista médica "Nature Medicine" y ha estado dirigida por el doctor Juan Rivera, director del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesquetales y Cutáneas de EE.UU. (Niams por su sigla en inglés).
El doctor Rivera señaló a Efe que alrededor de 1,5 millones de estadounidenses están afectados por el lupus y aproximadamente entre el 60 y el 70 por ciento padecen LES.
Rivera indicó que la estadísticas sobre mortalidad son menos exactas pero calculó que el número de muertes causadas por LES se sitúan "en los miles" al año.
"Del 10 al 15 por ciento de los pacientes con LES muere de forma prematura debido a fallos renales, cardiacos o de otros órganos", dijo Rivera.
El equipo dirigido por el doctor Rivera descubrió que ratones creados genéticamente para tener deficiencia de una proteína llamada Lyn kinasse mostraban respuestas exageradas a alérgenos y desarrollaban una enfermedad como el lupus de riñón.
El estudio demuestra por primera vez, en el contexto de este tipo de ratón, como los basófilos activados por anticuerpos de inmunoglobulina E (IgE) auto reactivos (anticuerpos que se atacan a si mismo en vez de los gérmenes) pueden contribuir al daños asociados con LES.
En concreto, la investigación muestra que los IgE auto reactivos se pegan a la superficie de los basófilos, lo que provoca que estos se concentren en los nódulos del bazo y la glándula linfática de los ratones y generen más anticuerpos auto reactivos.
Posteriormente, los investigadores examinaron muestras de sangre de 44 personas con LES y hallaron la presencia de IgE auto reactivos así como un aumento en basófilos, lo que sugiere potenciales beneficios terapéuticos, con la reducción de los niveles de IgE auto reactivo o de los basófilos activados.
Rivera señaló que aunque el descubrimiento realizado por su equipo "no sugiere una cura para LSE", el estudio han determinado "un proceso no reconocido en el desarrollo de la enfermedad, lo que abre una nueva área de investigación que tiene un potencial terapéutico en el tratamiento de la enfermedad".
"Prevemos que los posibles tratamientos que pueden resultar de este trabajo puedan ayudar a los pacientes con LES a disfrutar sus vidas totalmente. Estos tratamientos deberían dirigirse a reducir la producción de anticuerpos en los pacientes para así retrasar o prevenir la aparición de lupus nefritis", añadió Rivero. EFE
El lupus, cuya forma más dañina es el eritematoso sistémico (LES), es una compleja enfermedad que afecta a varios órganos cuando el daño a los riñones es grave y para la que no existe todavía una cura.
La investigación de INS apareció hoy publicada en la revista médica "Nature Medicine" y ha estado dirigida por el doctor Juan Rivera, director del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesquetales y Cutáneas de EE.UU. (Niams por su sigla en inglés).
El doctor Rivera señaló a Efe que alrededor de 1,5 millones de estadounidenses están afectados por el lupus y aproximadamente entre el 60 y el 70 por ciento padecen LES.
Rivera indicó que la estadísticas sobre mortalidad son menos exactas pero calculó que el número de muertes causadas por LES se sitúan "en los miles" al año.
"Del 10 al 15 por ciento de los pacientes con LES muere de forma prematura debido a fallos renales, cardiacos o de otros órganos", dijo Rivera.
El equipo dirigido por el doctor Rivera descubrió que ratones creados genéticamente para tener deficiencia de una proteína llamada Lyn kinasse mostraban respuestas exageradas a alérgenos y desarrollaban una enfermedad como el lupus de riñón.
El estudio demuestra por primera vez, en el contexto de este tipo de ratón, como los basófilos activados por anticuerpos de inmunoglobulina E (IgE) auto reactivos (anticuerpos que se atacan a si mismo en vez de los gérmenes) pueden contribuir al daños asociados con LES.
En concreto, la investigación muestra que los IgE auto reactivos se pegan a la superficie de los basófilos, lo que provoca que estos se concentren en los nódulos del bazo y la glándula linfática de los ratones y generen más anticuerpos auto reactivos.
Posteriormente, los investigadores examinaron muestras de sangre de 44 personas con LES y hallaron la presencia de IgE auto reactivos así como un aumento en basófilos, lo que sugiere potenciales beneficios terapéuticos, con la reducción de los niveles de IgE auto reactivo o de los basófilos activados.
Rivera señaló que aunque el descubrimiento realizado por su equipo "no sugiere una cura para LSE", el estudio han determinado "un proceso no reconocido en el desarrollo de la enfermedad, lo que abre una nueva área de investigación que tiene un potencial terapéutico en el tratamiento de la enfermedad".
"Prevemos que los posibles tratamientos que pueden resultar de este trabajo puedan ayudar a los pacientes con LES a disfrutar sus vidas totalmente. Estos tratamientos deberían dirigirse a reducir la producción de anticuerpos en los pacientes para así retrasar o prevenir la aparición de lupus nefritis", añadió Rivero. EFE
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