Especialista explica que se tiende a distorsionar nuestros sentimientos, porque es común que idealicemos a la "persona real" que hemos perdido.
Sea por la muerte de un ser querido o la ruptura de una relación amorosa importante, es normal que venga un sentimiento de tristeza, que se pase por un periodo de duelo, o que en algunos se llegue a la depresión.
En todas estas situaciones, se tiende a distorsionar nuestros sentimientos porque es común que idealicemos a la "persona real" que hemos perdido.
"A veces resulta ser más significativo la pérdida de lo que se idealizó de la pareja, no de la persona, que incluso puede haber fallecido. A veces idealizamos a las personas que fallecieron y lo hacemos como si hubieran sido infinitamente buenos o que hubieran copado todo nuestro mundo, cuando han sido personas reales que nos han dado algo, pero que también nos han quitado algo", explicó el médico psiquiatra Humberto Castillo en el programa Era Tabú de RPP Noticias.
El director general del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado-Hideyo Noguchi” señaló que la depresión es justamente la pérdida de la persona idealizada. "Cuando uno toma consciencia de que lo que perdió es una persona, por más que haya sido muy importante; va a haber una reparación que puede ser más rápida o a veces más lenta", aseveró.
El profesional agregó que la depresión sí se puede tratar con psicoterapias y psicofármacos; pero también es necesario que se elabore correctamente el proceso de duelo para luego reacomodarse a la nueva vida.
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