Este descubrimiento podría acabar con la quimioterapia por vía intravenosa que se aplica de manera habitual a pacientes con tumores malignos, según expertos.
Un equipo médico del Hospital Presbiteriano de Nueva York lleva a cabo un estudio para probar una revolucionaria técnica contra tumores cerebrales que consiste en inyectar altas dosis de un medicamento directamente en las formaciones cancerígenas, informó hoy el centro hospitalario.
"Se trata de combinar los fármacos más innovadores con una técnica revolucionaria de aplicación que podría ser más efectiva que los tratamientos disponibles en la actualidad", dijo mediante un comunicado uno de los responsables del estudio, el doctor Howard Riina, del Centro Médico Weill Cornell del Hospital Presbiteriano.
El centro anunció hoy que cinco de sus pacientes han recibido "las primeras aplicaciones intraarteriales directas que se realizan en el mundo" de Avastin (bevacizumab) sobre un tumor maligno, "una técnica que le ahorra al paciente los comunes efectos secundarios que provoca recibir el medicamento por vía intravenosa".
Este descubrimiento podría acabar con las sesiones de quimioterapia por vía intravenosa que se suelen aplicar de manera habitual a los pacientes que presentan tumores cerebrales malignos.
Los medicamentos como el Avastin, que fabrica la compañía Genentech, bloquean el crecimiento de los vasos sanguíneos, lo que para efectos prácticos "asfixia" al tumor canceroso.
Actualmente, según explicaron desde el Hospital Presbiteriano, ese medicamento, que provoca la ralentización del crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en los tumores, se aplica a través de las venas.
Los responsables del estudio prueban ahora la técnica en nuevos pacientes y aseguran que, "de tener éxito", se estaría ante "un método que algún día ofrecerá una nueva y mejor terapia para el glioblastoma multiforme, un tipo de tumores cerebrales que no han respondido bien a las técnicas de que se dispone actualmente".
Boockvar explicó que, como la barrera hematoencefálica no permite a los fármacos penetrar en las paredes de los vasos sanguíneos lo suficiente como para llegar al cerebro, esta nueva técnica podría convertirse en la solución "para aplicar mayores dosis en el tumor de un modo que no sea tan tóxico para el paciente".
Para inocular la medicación, estos neurocirujanos dirigen "un microcatéter del tamaño de un cabello a través de las carótidas y lo introducen en las pequeñas arterias que llegan al cerebro para aplicar un elemento que abre la barrera hematoencefálica durante unos cinco minutos, tiempo en el que se aplica directamente el Avastin en el interior del tumor".
Para continuar con el estudio, que se encuentra en su primera fase, en la que se varían las dosis de fármaco que reciben los pacientes para ver cuál sería la adecuada, aún se buscan pacientes mayores de dieciocho años que quieran someterse a ellas.
EFE
"Se trata de combinar los fármacos más innovadores con una técnica revolucionaria de aplicación que podría ser más efectiva que los tratamientos disponibles en la actualidad", dijo mediante un comunicado uno de los responsables del estudio, el doctor Howard Riina, del Centro Médico Weill Cornell del Hospital Presbiteriano.
El centro anunció hoy que cinco de sus pacientes han recibido "las primeras aplicaciones intraarteriales directas que se realizan en el mundo" de Avastin (bevacizumab) sobre un tumor maligno, "una técnica que le ahorra al paciente los comunes efectos secundarios que provoca recibir el medicamento por vía intravenosa".
Este descubrimiento podría acabar con las sesiones de quimioterapia por vía intravenosa que se suelen aplicar de manera habitual a los pacientes que presentan tumores cerebrales malignos.
Los medicamentos como el Avastin, que fabrica la compañía Genentech, bloquean el crecimiento de los vasos sanguíneos, lo que para efectos prácticos "asfixia" al tumor canceroso.
Actualmente, según explicaron desde el Hospital Presbiteriano, ese medicamento, que provoca la ralentización del crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en los tumores, se aplica a través de las venas.
Los responsables del estudio prueban ahora la técnica en nuevos pacientes y aseguran que, "de tener éxito", se estaría ante "un método que algún día ofrecerá una nueva y mejor terapia para el glioblastoma multiforme, un tipo de tumores cerebrales que no han respondido bien a las técnicas de que se dispone actualmente".
Boockvar explicó que, como la barrera hematoencefálica no permite a los fármacos penetrar en las paredes de los vasos sanguíneos lo suficiente como para llegar al cerebro, esta nueva técnica podría convertirse en la solución "para aplicar mayores dosis en el tumor de un modo que no sea tan tóxico para el paciente".
Para inocular la medicación, estos neurocirujanos dirigen "un microcatéter del tamaño de un cabello a través de las carótidas y lo introducen en las pequeñas arterias que llegan al cerebro para aplicar un elemento que abre la barrera hematoencefálica durante unos cinco minutos, tiempo en el que se aplica directamente el Avastin en el interior del tumor".
Para continuar con el estudio, que se encuentra en su primera fase, en la que se varían las dosis de fármaco que reciben los pacientes para ver cuál sería la adecuada, aún se buscan pacientes mayores de dieciocho años que quieran someterse a ellas.
EFE
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