Experto español afirma que "turismo de trasplantes" es un grave problema porque registra cifras muy elevadas y no son de ninguna manera, casos aislados.
Por lo menos entre el cinco y el diez por ciento de los trasplantes que se hacen en el mundo, especialmente de riñón, ocurren bajo alguna forma de comercialización, sostuvo el presidente de la Red Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplante, Rafael Matesanz.
Afirmó que el tráfico de órganos o "turismo de trasplantes" como se suele llamar, constituye un grave problema porque registra cifras muy elevadas y no son de ninguna manera, casos aislados.
"Estamos en una guerra sin cuartel contra el tráfico de órganos que es uno de los factores que puede minar el sistema y degradar la confianza del ciudadano en la donación de órganos", señaló en diálogo con Andina.
Anotó sin embargo, que en América Latina el turismo de trasplantes ha descendido gracias al trabajo del Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplante y de otras organizaciones que combaten este problema.
Mayormente, dijo, son ciudadanos de Estados Unidos e Israel que vienen a nuestros países a comprar órganos.
"El tráfico de órganos es una consecuencia de la desigualdad que es un caldo de cultivo para este fenómeno, que no debiera existir porque el altruismo y la no retribución deben ser los pilares fundamentales de la donación de órganos", remarcó, Matesanz, quien también es presidente de la Organización Nacional de Trasplantes de España.
Sostuvo que lo ideal sería que cada país pueda ser autosuficiente y que sus ciudadanos no tengan que recurrir a otros lugares a buscar órganos.
"Por eso estamos trabajando para fortalecer las estructuras locales a fin de lograr mayores donantes y acabar con el turismo de transplantes", subrayó.
De los países de América latina, Uruguay es el que tiene el sistema más eficaz de donación, con cifras por encima del promedio de las naciones de la región.
España registra el mayor indicador del mundo con 34 donantes por millón de habitantes, mientras que la Unión Europea tiene entre 18 y 20; Argentina y Colombia, 12 cada uno.
Precisamente por el trabajo desplegado en ese campo, la Organización Nacional de Trasplantes española y a la Sociedad Nacional de Transplantes de ese país ganaron este año el premio Príncipe de Asturias.
Matesanz consideró que premio es el reconocimiento a esas dos organizaciones españolas por haber liderado la aplicación de la directiva europea de trasplante de órganos, que es una ley común para los 27 países de la Unión.
Indicó que los trasplantes más comunes son los renales y que se calcula que en el mundo cada año pueden morir un millón de personas por enfermedades renales.
-ANDINA
Afirmó que el tráfico de órganos o "turismo de trasplantes" como se suele llamar, constituye un grave problema porque registra cifras muy elevadas y no son de ninguna manera, casos aislados.
"Estamos en una guerra sin cuartel contra el tráfico de órganos que es uno de los factores que puede minar el sistema y degradar la confianza del ciudadano en la donación de órganos", señaló en diálogo con Andina.
Anotó sin embargo, que en América Latina el turismo de trasplantes ha descendido gracias al trabajo del Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplante y de otras organizaciones que combaten este problema.
Mayormente, dijo, son ciudadanos de Estados Unidos e Israel que vienen a nuestros países a comprar órganos.
"El tráfico de órganos es una consecuencia de la desigualdad que es un caldo de cultivo para este fenómeno, que no debiera existir porque el altruismo y la no retribución deben ser los pilares fundamentales de la donación de órganos", remarcó, Matesanz, quien también es presidente de la Organización Nacional de Trasplantes de España.
Sostuvo que lo ideal sería que cada país pueda ser autosuficiente y que sus ciudadanos no tengan que recurrir a otros lugares a buscar órganos.
"Por eso estamos trabajando para fortalecer las estructuras locales a fin de lograr mayores donantes y acabar con el turismo de transplantes", subrayó.
De los países de América latina, Uruguay es el que tiene el sistema más eficaz de donación, con cifras por encima del promedio de las naciones de la región.
España registra el mayor indicador del mundo con 34 donantes por millón de habitantes, mientras que la Unión Europea tiene entre 18 y 20; Argentina y Colombia, 12 cada uno.
Precisamente por el trabajo desplegado en ese campo, la Organización Nacional de Trasplantes española y a la Sociedad Nacional de Transplantes de ese país ganaron este año el premio Príncipe de Asturias.
Matesanz consideró que premio es el reconocimiento a esas dos organizaciones españolas por haber liderado la aplicación de la directiva europea de trasplante de órganos, que es una ley común para los 27 países de la Unión.
Indicó que los trasplantes más comunes son los renales y que se calcula que en el mundo cada año pueden morir un millón de personas por enfermedades renales.
-ANDINA
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