Una de las zonas afectadas es la de los lóbulos frontales, ocasionando peor rendimiento en procesos de atención, razonamiento, planificación y toma de decisiones
Las borracheras ocasionan graves consecuencias en los adolescentes, provocándoles daños cerebrales y alteraciones que afectan a la memoria, a su capacidad intelectual y a su aprendizaje, indica un estudio de la Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias (FEPAD), en España.
Según los autores del trabajo, los problemas con la bebida, que supone un consumo de 60 gramos de alcohol en varones y 40 en mujeres durante un intervalo temporal de dos horas, produce alteraciones estructurales y funcionales en el cerebro de jóvenes y adolescentes.
Una de las zonas afectadas es la de los lóbulos frontales, ocasionando peor rendimiento en procesos de atención, razonamiento, planificación, toma de decisiones y control comportamental.
Además, afecta al hipocampo, que es la zona relacionada con la memoria; a los dos años de seguimiento persisten las dificultades en tareas cognitivas, incluso entre jóvenes exconsumidores, por lo que estos daños persisten con el tiempo.
Por ello, la toxicidad del etanol (alcohol) puede alterar la plasticidad cerebral y modificar de forma irreversible ciertas regiones cerebrales en el adolescente.
Finalmente, los sujetos que comienzan a beber a una edad temprana tienen mayor riesgo de sufrir problemas de adicción al alcohol cuando son adultos.
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