Según la investigación, las persoans que escuchan y que tocan algún instrumento musical tienen más posibilidades de superar los problemas de oído al llegar a la vejez.
Según un estudio realizado por la Universidad Northwestern (Illinois, Estados Unidos) y publicado en la revista científica "PLoS One", aquellos que, además de escuchar música, también la practican tienen más posibilidades de superar los problemas de oído al llegar a la vejez.
Nina Kraus, del Laboratorio de Neurociencia Auditiva de esta universidad y co-autora del estudio señala que las personas que han tocado un instrumento a lo largo de su vida parecen mantener dos funciones importantes: la memoria auditiva y la capacidad de oír y mantener una conversación en un ambiente ruidoso".
Se estudió a 37 personas de entre 45 y 65 años. De ellos, 18 aprendieron a tocar algún instrumento de niños y habían continuado con él durante toda su vida.
Tanto a ellos como a los que no eran músicos se les realizó una serie de pruebas para analizar qué eran capaces de oír en un ambiente con ruido, cuál era su memoria auditiva y también la visual.
"Los que habían aprendido a utilizar un instrumento desde pequeños superaban al grupo de los que no eran músicos en todas la pruebas menos en la memoria visual, cuyas respuestas eran muy similares", afirma la doctora Kraus.
Para Leocadio Rodríguez, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe estimular durante toda una vida partes del cerebro que intervienen en una actividad, genera reservas en la vejez.
Además, no sólo ocurriría con los músicos. "Aquellos que se han dedicado a actividades relacionadas con el lenguaje, al llegar a mayores no presentan problemas relacionados con esta faceta, por lo que no les cuesta, por ejemplo, los ejercicios de comprensión".
Por su parte Vicente Vizcaíno León profesor de guitarra clásica española en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. A sus 70 años declara a ELMUNDO.es que "la música es necesaria y buena para la salud en todas las edades.
Para Vizcaíno León, "Los niños que estudian música, que tocan un intrumento sin que les fuercen a ello, son gente más despierta", explica.
Eso sí, no vale todo tipo de música. "La buena, la que ayuda a personas enfermas y a aquellos que quieren relajarse o concentrarse es la de Mozart o Beethoven. Otro tipo de cosas, como el heavy, puede estar bien para los jóvenes, pero yo creo que no consigue los mismos beneficios", comenta.
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