Las opciones de tratamiento avanzado pueden ofrecer poco o ningún beneficio a los hombres con riesgo bajo de morir por su cáncer de próstata.
Las opciones de tratamiento avanzado pueden ofrecer poco o ningún beneficio a los hombres con riesgo bajo de morir por su cáncer de próstata, pero aún así más y más pacientes optan por esos procedimientos, según un estudio que publica Journal of the American Medical Association.
Los resultados del estudio indican que está aumentando el potencial de tratamiento excesivo del cáncer de próstata, aunque hay un conocimiento mayor acerca de la naturaleza a veces indolente de la enfermedad.
El estudio del Centro Integral del Cáncer, de la Universidad de Michigan, examinó los datos del seguro médico público entre 2004 y 2009 sobre hombres con cáncer de próstata cuya enfermedad era de bajo riesgo o aquellos que tenían un riesgo algo de morir por otras causas.
Los investigadores encontraron que estos hombres cada vez más se someten a opciones de tratamiento avanzadas como la radioterapia de intensidad modulada y la prostatectomía por robot.
El estudio encontró que entre los hombres con enfermedad de bajo riesgo el uso de tratamientos avanzados aumentó del 32 por ciento al 44 por ciento.
Igualmente entre los hombres con elevado riesgo de muerte por otras causas aparte del cáncer el uso de estos procedimientos ha subido del 36 por ciento al 57 por ciento.
Los pacientes sometidos a los tratamientos más agresivos en lugar del manejo más conservador que consiste en la observación y la espera, tienen más probabilidades de experimentar los efectos secundarios y los problemas de calidad de vida de largo plazo que resultan de esos tratamientos, según los autores.
Los procedimientos más agresivos son, también, más costosos que las opciones de tratamiento previas.
Una explicación posible de esta creciente selección de tratamientos avanzados es que médicos y pacientes descartan esperar y observar cuando hay un procedimiento que puede curar la enfermedad.
Además, hay pacientes para quienes el estrés y la ansiedad de vivir con el cáncer pueden ser abrumadores.
EFE
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