Según un estudio, sobre enfermos con glioblastoma multiforme, uno de los tumores cerebrales más agresivos, un 60% de sus cuidadores sufren de síndrome de "burnout" o agotamiento.
Agotamiento, ansiedad, tristeza. Quienes cuidan a familiares con un tipo muy avanzado de tumor cerebral sufren una carga de sufrimiento que en la mayoría de los casos desemboca en problemas de salud que empeoran mucho la calidad de vida.
Esos datos fueron presentados hoy durante el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) que se celebra hasta el martes en Viena.
Según un estudio, en el que ha participado el Hospital Universitario de Viena, sobre enfermos con glioblastoma multiforme, uno de los tumores cerebrales más agresivos, un 60 por ciento de sus cuidadores sufren de síndrome de "burnout" o agotamiento y un 69 por ciento de ansiedad, especialmente en la semana previa a la muerte del paciente.
"Estos alarmantes resultados subrayan la urgente necesidad de apoyo y programas especiales de formación", declaró hoy Birgit Flechl, una de las responsables del estudio.
Tristeza, frustración y la pérdida de contactos sociales son otras de los padecimientos que el estudio ha detectado en los familiares que atienden a enfermos con ese tipo de tumor.
EFE
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