El 88% de infartos cerebrales son ocasionados por un coágulo sanguíneo o la obstrucción de una arteria que lleva sangre al cerebro.
El infarto cerebral, llamado popularmente “derrame cerebral” es un trastorno que daña un área del cerebro en forma permanente o transitoria a causa de una obstrucción o ruptura de un vaso sanguíneo cerebral, habitualmente una arteria.
Es conocido también como “ictus”, en los países de Iberoamérica o como “stroke”, en los países de habla inglesa, en alusión a su inicio brusco.
El 88% de infartos cerebrales son ocasionados por un coágulo sanguíneo o la obstrucción de una arteria que lleva sangre al cerebro y se le denomina isquémico.
El restante 12% de los casos se denomina hemorrágico y se producen cuando los vasos sanguíneos se rompen o se dañan, derramando sangre en el cerebro o alrededor de él.
Síntomas
Si usted presenta síntomas como pérdida de fuerza en un brazo o una pierna, parálisis en la cara, dificultad para expresarse y caminar, pérdida del equilibrio o de coordinación, dolor de cabeza brusco, intenso e inusual y pérdida de la visión en uno o ambos ojos, entonces acuda de inmediato a un médico o al centro asistencial más cercano, porque puede estar sufriendo un infarto cerebral.
Prevención
En ese sentido, lo especialistas de Essalud sostienen que el mejor tratamiento para el accidente cerebrovascular es la prevención.
“Si conocemos los síntomas de advertencia y controlamos los factores de riesgo, tales como el hábito de fumar cigarrillos o tabaco, la hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad cardiovascular, es posible reducir el riesgo de sufrir un ataque cerebral”, enfatizaron.
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