Jugar al golf puede dañar el oído, según estudio del Reino Unido, que han advertido del riesgo del uso de drivers de titanio que impulsan la bola más lejos.
Jugar al golf puede dañar el oído, según un estudio de investigadores del Reino Unido (país en el que este deporte es religión), que han advertido del riesgo que implica el uso de los drivers de titanio que impulsan la bola más lejos.
La investigación se publica en la revista médica "British Medical Journal" y sus autores son varios doctores de las Universidades de Norfolk y Norwich (Inglaterra), todos ellos apasionados del golf, que recomiendan el uso de tapones a quienes utilicen esos palos.
Estos médicos, especialistas en el aparato auditivo, concluyeron que "el boom sónico" que produce el impacto de los drivers de cabeza de titanio de nueva generación puede alcanzar los 130 decibelios y que su uso prolongado resulta en pérdida de la capacidad auditiva.
La investigación comenzó a raíz el tratamiento de un jugador de golf, de 55 años, que durante un año y medio jugó tres veces a la semana con un palo de cabeza de titanio King Cobra LD.
Cuando golpeaba la bola, explicó el propio paciente, "sonaba como si se disparara una pistola", una circunstancia que resultaba tan molesta que decidió volver a sus palos antiguos, menos potentes pero menos molestos para el oído del dueño y del resto de jugadores.
Pero para entonces, el paciente ya escuchaba ruidos molestos de origen desconocido y presentaba una leve sordera en el oído derecho, los síntomas habituales que presentan las personas que están expuestas de manera prolongada a sonidos excesivamente fuertes.
Para confirmar sus sospechas, los investigadores pidieron la colaboración de un golfista, a quien pidieron que probara los palos de este tipo de las marcas King Cobra, Callaway, Nike y Mizuno.
Todos ellos producían un ruido más fuerte que el tradicional driver e acero inoxidable, con niveles de hasta 130 decibelios.
"Nuestros resultados muestran que los drivers de titanio pueden producir el ruido suficiente para inducir un daño coclear temporal e incluso permanente en individuos propensos", afirmó el doctor Malcolm Buchanan, especialista en el aparato auditivo.
Su compañero Crystal Rolfe manifestó que "los tapones pueden ofrecer protección" y recomendó su utilización continuada a aquellas personas que jueguen de manera habitual con estos drivers.
Rolfe consideró en cualquier caso que no hay que alarmarse, porque de momento se trata de un caso individualizado y que es necesario seguir investigando para conocer el impacto de esta nueva generación de palos en los jugadores de golf.
En declaraciones a la BBC, el profesor de la Universidad de Birmingham Martin Strangwood -especialista en equipamiento deportivo-, declaró que "ha habido una tendencia de los fabricantes a construir drivers que hicieran más ruido".
"Si esto supone un problema, sería fácil remediarlo rellenando la cabeza del palo con gomaespuma para reducir el ruido", dijo Strangwood, quien recordó que muchos jugadores necesitan oír el impacto del palo contra la bola para saber cómo están jugando, por lo que el uso de tapones podría no ser del gusto de todo el mundo. EFE
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