La actividad física es importante para evitar la postración y el consecuente daño al sistema nervioso del paciente.
El Alzheimer es una enfermedad neuro degenerativa progresiva e irreversible, que se caracteriza por la pérdida progresiva de la memoria y de otras funciones cognitivas, que afectan al desarrollo de las actividades de la vida diaria y social de la persona. La causa de esta enfermedad es desconocida, y se presenta a partir de los 60 años en hombres y mujeres.
La fisioterapia juega un rol importante en el abordaje de esta enfermedad, porque el deterioro neurocognitivo progresivo va acompañado de limitación en las actividades de la vida diaria, llegando incluso a la postración y consecuentemente daño al sistema nervioso. El fisioterapeuta, por lo tanto, tiene un gran reto: se encargará de darle una mejor calidad de vida al paciente, evitando que llegue al decaimiento.
¿En qué consisten las sesiones de fisioterapia?
- Las sesiones de fisioterapia irán orientadas a mantener los rangos articulares activos, mediante movimientos que permitan una adecuada lubricación de las articulaciones, mantención de la fuerza y trofismo muscular, que como consecuencia mejorarán la circulación del paciente, estimulando factores de recuperación y evitando la aparición de otras enfermedades crónicas.
- Los ejercicios no deben causar fatiga, por eso se recomienda alternar con períodos de reposo, considerando que se está trabajando con una población de adultos mayores.
- Las actividades motoras se trabajan en conjunto con actividades que estimulan la memoria y raciocinio para mantener activo todo el sistema nervioso.
- Es importante el trabajo en conjunto con los familiares y personal técnico a cargo, pues son ellos, los que pasan mayor tiempo con los pacientes y pueden reforzar las actividades realizadas en las diferentes sesiones.
- No olvidemos que el componente emocional juega un rol muy importante y sentir el soporte familiar ayudará en la mejora del paciente.
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