El enamoramiento es el resultado de una serie de combinaciones de sustancias químicas que se producen en el cerebro, sostienen.
Más allá de las flechas de cupido, para muchos, el enamoramiento es un proceso difícil de entender, es más fácil sentirlo. Hay quienes aseguran que se trata de una magia que lleva a la persona enamorada a tener una serie de sensaciones: cosquillas en la barriga, la idea de "estar flotando", alegría, emoción, etc; pero para algunos expertos, el enamoramiento no es más que un proceso bioquímico.
"El enamoramiento es el resultado de una serie de combinaciones de sustancias químicas que se producen en el cerebro y que se distribuyen a través del sistema circulatorio y nervioso, produciendo respuestas biopsicoespirituales", refirió la doctora Beatriz Literat, colaboradora de Fundación REPRO y Halitus Instituto Médico.
Incluso, afirma la especialista, entender este proceso nos ayudará en gran medida a encontrar la respuesta a una de las preguntas más frecuentes: ¿El enamoramiento acaba?.
"Según lo que descubrieron diversos neurofisiólogos, las sustancias productoras del enamoramiento entre las cuales se cuentan la occitocina, la testosterona y la dopamina, necesitan todo el tiempo nuevos estímulos sensoriales a fin de permanecer circulando en la sangre. Si eso no ocurre, terminan por disolverse en el torrente sanguíneo y desaparecen a los pocos meses", agregó la ginecóloga.
Más allá de que la fidelidad debería ser la conducta elegida cuando se intenta consolidar un vínculo, una persona puede enamorarse de otra conociendo únicamente aquello que está a la vista y sin saber nada sobre los múltiples otros aspectos que conforman una personalidad.
En esos casos, si al cabo de un tiempo surge el desencanto o alguna de las dos personas se da cuenta que eso no es lo que se buscaba, llega el momento de dejar de emitir esos mensajes y esas sensaciones, algo que ocurre a nivel hormonal y se materializa en la conducta, para darle paso al aspecto tal vez más racional de la relación entre dos personas: la separación.
"Por el contrario, cuando la relación avanza en todos los aspectos, estamos frente a una segunda etapa en la cual hay que mantener lo que se logró. Esto es que el enamoramiento inicial, puesto a prueba por las acciones en el tiempo, vaya adquiriendo mayor fuerza", sostuvo la doctora Literat.
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