Las personas que trabajan con plomo sufren problemas cognitivos a partir de los 55 años de edad, según un estudio de la Universidad de Pittsburgh (EEUU).
Las personas que trabajan con plomo sufren problemas cognitivos a partir de los 55 años de edad, según un estudio de la Universidad de Pittsburgh (EEUU).
Una exposición frecuente al plomo causa "ligeros déficit" de conocimiento, especialmente en la capacidad espacial, el aprendizaje y la memoria.
Estos problemas afectan a los trabajadores a partir de los 55 años, incluso cuando su contacto con el plomo hubiera terminado mucho tiempo atrás, ya que este elemento químico permanece en el cuerpo humano durante décadas.
Así que, indica el equipo investigador, una acumulación de plomo por una exposición a temprana edad puede ser suficiente para causar problemas cognitivos.
Los científicos, que publican hoy su investigación en la revista "Neuropsychology", han llegado a estas conclusiones tras estudiar la evolución durante más de 20 años de dos grupos de trabajadores de Pennsylvania (EEUU): uno que trabajó expuesto al plomo en plantas de baterías y otro que no.
En 1982, esas personas se sometieron a un control de plomo en sangre y a unas pruebas cognitivas que medían la velocidad psicomotora, las funciones espacial y ejecutiva, la inteligencia general, el aprendizaje y la memoria.
Los trabajadores de las plantas de baterías de plomo tenían una concentración en sangre de 40 microgramos de metal por decilitro, mientras que en las personas no expuestas era de 7,2 ug/dl.
A partir de una concentración de 25 microgramos de plomo por decilitro de sangre, los empleados deben dejar el trabajo, por lo que esos trabajadores abandonaron las plantas de plomo.
En 2004, se volvieron a analizar la concentración de plomo en sangre y la capacidad cognitiva de ambos grupos y se midieron los niveles de plomo en la tibia o los huesos inferiores de la pierna (los huesos son el destino final del plomo que circula por el torrente sanguíneo).
El resultado fue que los hombres con mayores niveles de plomo acumulado en los huesos obtuvieron la peor puntuación cognitiva, especialmente a partir de los 55 años de edad.
Los investigadores explican que los déficit cognitivos encontrados no son clínicamente significativos, pero que el plomo es muy perjudicial para el cerebro que se encuentra aún en desarrollo.
Estar expuesto a ese metal también conlleva un elevado riesgo de alta presión sanguínea.
Los científicos aseguran que son necesarias mayores medidas de prevención en los ambientes de trabajo para reducir la exposición de plomo a cero y disminuir el riesgo de decadencia cognitiva.
Entre los profesionales que trabajan con ese metal se encuentran los soldadores, los fabricantes de semiconductores y cerámica y los trabajadores de las plantas de construcción de baterías. EFE
Comparte esta noticia