Para minimizar los riesgos de contaminación se debe también restringir al máximo que las mascotas transiten por la cocina.
Los animales domésticos como los perros, gatos o pájaros pueden poner en peligro la seguridad de los alimentos que consumimos, aún cuando ellos estén sanos, ya que podrían transportar bacterias y virus en sus pelos o patas y convertirse así en fuente de contaminación en la cocina.
Los especialistas de la Dirección General de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud (Minsa) recomendaron a la población situar los espacios de estancia o para dormir de los animales domésticos en lugar que no sea la cocina.
Para minimizar los riesgos de contaminación se debe también restringir al máximo que las mascotas transiten por la cocina y no manipular sus objetos (como juguetes o platos de comida) mientras estamos cocinando.
Se debe tener en cuenta además, no colocar sus platos de comida o bebida en la cocina para evitar el desarrollo de microbios.
Asimismo evitar dejar restos de comida a su alcance, ni consentir que coma en el suelo de la cocina, tampoco dejar a su alcance bolsas de basura o desperdicios.
"Cuando el perro vuelva de paseo procuremos que no entre directamente a la cocina, muy especialmente si se ha manchado de barro o está mojado", recalcaron.
De lo que se trata, cuando se tienen mascotas en casa, es de extremar las medidas de higiene y de limpieza en la cocina para minimizar los focos de infección.
Estas precauciones no sólo son una garantía de salud para el animal doméstico; suponen, también, un seguro para las personas que conviven con él, así evitaremos especialmente enfermedades relacionadas con problemas estomacales y diarreas.
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