Cualquier nivel de alcoholemia implica riesgo, la única tasa compatible de la seguridad vial es cero, sostiene experto.
La ingesta de alcohol, aunque sea en pocas cantidades, disminuye la capacidad de atención, visión y reflejos, entre otras habilidades fundamentales para la conducción de vehículos, advirtió La Estrategia Sanitaria Nacional de Accidentes de Tránsito (ESNAT) del Ministerio de Salud (Minsa).
“Cualquier nivel de alcoholemia implica riesgo, la única tasa compatible de la seguridad vial es cero”, sostuvo el doctor Víctor Choquehuanca, coordinador de la ESNAT, quien precisó que según la cantidad de alcohol en la sangre, los primeros efectos que se presentan son la excitación y la euforia, luego la liberación del subconsciente y el déficit de lucidez mental.
A esto se suma, la disminución de la visión periférica y la falta de coordinación de movimientos, causantes de los accidentes de tránsito. “El alcohol se concentra rápidamente en el cerebro; una vez que es absorbido en la sangre, el 80% de lo consumido es metabolizado por el hígado”, indicó.
Asimismo, precisó que de sufrir un accidente los bebedores, por su condición, también incrementan el riesgo de ingresar a las emergencias hospitalarias, así como la aparición de complicaciones quirúrgicas durante su tratamiento, teniendo una mayor probabilidad de fallecer.
En ese sentido, Choquehuanca consideró que es necesario implementar políticas relacionadas a la restricción de la venta y consumo de alcohol como el Plan Zanahoria en el distrito de La Victoria, iniciativa que a su entender se necesita extender a más distritos para que realmente funcione.
“Se ha encontrado una mayor presencia de alcohol en cadáveres de accidentados no residentes en el distrito de La Victoria, esto indicaría que los accidentados habrían bebido fuera del distrito”, precisó el representante.
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