El estudio ha detectado un bajo nivel de glóbulos blancos en los pacientes malnutridos y, por consiguiente, deficiencias del sistema inmunológico.
Una buena nutrición es un factor clave en la recuperación de pacientes con VIH que toman anti-retrovirales, según revela un estudio que presentó hoy el director ejecutivo de la organización haitiana GHESKIO, Bill Pape, en el Banco Mundial.
Con motivo del Día Mundial del Sida Pape expuso las conclusiones de un estudio que ha hecho el Grupo Haitiano de Estudios del Síndrome de Karposi e Infecciones Oportunistas (GHESKIO).
Según explicó Pape, el riesgo de morir de sida se incrementa en un 36 por ciento en las personas con VIH con hambre o malnutrición en comparación con otros adultos infectados con suficientes niveles nutricionales.
El estudio ha detectado un bajo nivel de glóbulos blancos en los pacientes malnutridos y, por consiguiente, deficiencias del sistema inmunológico en los pacientes, lo que demuestra el impacto combinado que tiene el hambre entre las personas que viven con VIH.
Haití, Afganistán y Somalia son los países que peores índices calóricos registran, con 460 calorías al día por persona, según el Banco Mundial.
El 56 por ciento de la población de Haití vive con menos de 1 dólar al día, la mayoría no se puede permitir comer y la malnutrición está extendida en todo el país.
Pape explicó que los anti-retrovirales son medicamentos muy fuertes por lo que el cuerpo necesita estar suficientemente preparado para recibirlos.
Así mostró la fotografía de un paciente con el VIH, antes y después de recibir complementos alimenticios durante varios meses, en la primera famélico y en la segunda saludable.
"La nutrición es un componente más para tratar la enfermedad junto con los anti-retrovirales", subrayó el doctor.
El GHESKIO, que anualmente atiende a 500.000 pacientes con VIH, recibe apoyos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para asistir a personas portadoras del virus del Sida.
La organización realiza programas de prevención en Haití, con los que ha contribuido a reducir en un 50 por ciento la mortalidad infantil, también tiene programas destinados a las mujeres y facilita microcréditos para el desarrollo.
EFE
Con motivo del Día Mundial del Sida Pape expuso las conclusiones de un estudio que ha hecho el Grupo Haitiano de Estudios del Síndrome de Karposi e Infecciones Oportunistas (GHESKIO).
Según explicó Pape, el riesgo de morir de sida se incrementa en un 36 por ciento en las personas con VIH con hambre o malnutrición en comparación con otros adultos infectados con suficientes niveles nutricionales.
El estudio ha detectado un bajo nivel de glóbulos blancos en los pacientes malnutridos y, por consiguiente, deficiencias del sistema inmunológico en los pacientes, lo que demuestra el impacto combinado que tiene el hambre entre las personas que viven con VIH.
Haití, Afganistán y Somalia son los países que peores índices calóricos registran, con 460 calorías al día por persona, según el Banco Mundial.
El 56 por ciento de la población de Haití vive con menos de 1 dólar al día, la mayoría no se puede permitir comer y la malnutrición está extendida en todo el país.
Pape explicó que los anti-retrovirales son medicamentos muy fuertes por lo que el cuerpo necesita estar suficientemente preparado para recibirlos.
Así mostró la fotografía de un paciente con el VIH, antes y después de recibir complementos alimenticios durante varios meses, en la primera famélico y en la segunda saludable.
"La nutrición es un componente más para tratar la enfermedad junto con los anti-retrovirales", subrayó el doctor.
El GHESKIO, que anualmente atiende a 500.000 pacientes con VIH, recibe apoyos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para asistir a personas portadoras del virus del Sida.
La organización realiza programas de prevención en Haití, con los que ha contribuido a reducir en un 50 por ciento la mortalidad infantil, también tiene programas destinados a las mujeres y facilita microcréditos para el desarrollo.
EFE
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