Hasta la fecha, no se han registrado efectos adversos en las personas que participaron en la prueba y más de la mitad de los enfermos mostraron mejorías.
Personas que sufrieron apoplejías mostraron pequeños signos de recuperación tras serles aplicada una terapia pionera con células madre, según un estudio que divulgan los medios británicos.
El experto de la universidad de Glasgow (Escocia) Keith Muir trató a un grupo de pacientes afectados por una apoplejía a los que se inyectaron directamente células madre en la parte dañada del cerebro.
Muir se mostró "sorprendido" ante las mejoras alcanzadas, de leves a moderadas, que experimentaron cinco de las personas que intervinieron en el estudio, y que previamente nunca habían mostrado síntomas de mejoría.
Esos pacientes, de edades entre los 60 y 80 años, se sometieron a un pequeño ensayo clínico en el Hospital General del Sur de Glasgow para evaluar la seguridad del procedimiento.
Este es uno de los primeros ensayos de ese tipo que se llevan a cabo en el mundo para testar el uso de estas células en pacientes.
Hasta la fecha, no se han registrado efectos adversos en las personas que participaron en la prueba y más de la mitad de los enfermos mostraron mejorías.
Sin embargo, a estas alturas aún no es posible afirmar si esa recuperación se debe, tal vez, a la especial atención médica que reciben los pacientes, pues la sensación de bienestar como resultado de esas atenciones, el efecto placebo, puede tener un efecto positivo en la salud del enfermo.
Muir indicó a la BBC que tras el ensayo algunos de los participantes "ahora tienen la capacidad de mover los dedos tras años de completa parálisis".
"Hemos visto a personas que han podido caminar por sus casas mientras que previamente dependían de ayudas y hemos visto mejoras que han permitido a las personas reconocer lo que ocurre a su alrededor", señaló el experto.
Frank Marsh, de 80 años, que se sometió al test, señaló a la cadena pública que había mejorado el uso de su mano izquierda y que ahora podía agarrar ciertos objetos.
"Sabemos que algunas de las células (inyectadas) sobrevivirán y potencialmente se transformarán en tejido relevante. También sospechamos que una gran parte de lo que hacemos es activar el proceso de reparación que ya está presente en el cuerpo", dijo Muir a la emisora BBC Radio 4.
EFE
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