El mayor peligro se presenta el día después de la pérdida, cuando el riesgo de ataque cardíaco aumenta 21 veces, según los investigadores de la universidad de Harvard.
Científicos norteamericanos han concluido que el riesgo de infarto aumenta durante el periodo de duelo que se vive tras el fallecimiento de un ser querido. De hecho, los especialistas de la universidad de Harvard aseguran que durante la primera semana las probabilidades de infarto son hasta seis veces superiores que en una situación normal.
Según la investigación publicada en la revista Circulation: Journal of the American Heart Association, el mayor peligro se presenta el día después de la pérdida, cuando el riesgo de ataque cardíaco aumenta 21 veces.
Los autores del estudio explican que la relación puede estar provocada por el hecho de que, cuando se inicia un proceso de duelo, las personas suelen dormir poco, perder apetito y aumentar los niveles más altos de cortisol, una hormona que se libera cuando se sufre estrés.
“Durante estas situaciones de extremo dolor y angustia se debe cuidar de uno mismo y buscar atención médica para vigilar los síntomas asociados con un ataque al corazón”, aconseja Murray Mittleman, coautor del trabajo e investigador médico de la Universidad de Harvard.
A su vez Elizabeth Mostofsky, autora principal del trabajo dijo que el estrés psicológico causado por el sufrimiento intenso puede aumentar el ritmo cardiaco, la presión arterial y la coagulación de la sangre.
“Los amigos y familiares de las personas afectadas por la muerte de un tercero deben proporcionar apoyo inmediato para ayudar a prevenir este tipo de incidentes, sobre todo cerca del comienzo del proceso de duelo”, agregó.
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