El niño debe aprender como jugando, y la poesía puede ser una herramienta clave. Una experta nos explica.
La poesía, un género literario que se concibe como una expresión artística de la belleza, puede ser una herramienta eficaz que permita a los niños aprender como jugando.
"La poesía tiene una estructura que permite a los niños captar información a través del juego, del ritmo, de lo sonoro, y de la construcción de imágenes mentales", explicó a RPP Noticias la psicóloga educacional Claudia Gonzales.
La poesía también permite que el menor se familiarice con la lectura y escritura, además de prepararlo para su inserción en el mundo social con mayor consciencia.
Son sorprendente todos los beneficios que podemos sacarle a este tipo de creación literaria:
1. Despierta la imaginación e incrementa el vocabulario. "La poesía es un juego de palabras y los niños juegan con mezclarlas y construir otras nuevas", destaca la especialista.
2. Recitando poesías se desarrolla la expresividad corporal.
3. Ayuda al niño a comprender situaciones emocionales complejas, pues desarrolla su sensibilidad y empatía (ponerse en el lugar del otro).
4. Rompe con el miedo escénico. "Si el niño no tiene interés en hablar, es respetable, pero si tiene ganas y algo interior que le genera inseguridad, ahí está la oportunidad de poder exclamar, de las expresiones teatrales, de los cuentos y poemas, que ayudan bastante, sobretodo, cuando es algo que hacen en colectivo".
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