Esta idea original de Finlandia se ha extendido alrededor del mundo, como una estrategia que conduce -entre otras cosas- a reducir la mortalidad infantil.
Las cajas de bebé, una tradición en Finlandia, se remontan a la década de 1930, pero se han popularizado a nivel mundial acompañadas de diversas estrategias que conducen a reducir la mortalidad infantil.
Inicialmente eran ofrecidas por el gobierno finlandés a las familias de bajos recursos, pero eso cambió en 1949 y ahora las futuras madres deben visitar a un médico o una clínica prenatal municipal antes de su cuarto mes de embarazo si quieren recibir estas cajas.
Se trata de un kit de iniciación de ropa, sábanas, juguetes, pañales y un colchón pequeño que permite utilizar el “baby box” como una cama.
Cajas de bebé alrededor del mundo
Finlandia ha logrado una de las tasas de mortalidad más bajas del mundo, de allí que esta propuesta se haya hecho viral. El gobierno con frecuencia ofrece consultas a otros países e incluso hace presentaciones en las embajadas extranjeras.
Estas cajas previenen el riesgo de casos de asfixia, al permitir que el bebé duerma separado de los padres. Además, el contenido puede ser modificado a fin de que sirva para hacer frente a algunos problemas locales, según destaca un artículo de la BBC.
Sudáfrica, por ejemplo, ve en estas cajas un aliento para que las madres acudan a clases prenatales, pues así reducen el peligro de muerte de una madre seropositiva y la transmisión del virus del sida de la gestante al bebé.
Una estudiante de doctorado de la Universidad de Harvard, Karima Ladhani, ideó una caja para su uso en el sur de Asia, la cual contiene un kit para prevenir la infección durante o poco después del parto y una mosquitera para proteger a los bebés contra la malaria.
También en el primer mundo
La mortalidad infantil no solo preocupa a los países en vías de desarrollo, ahí tenemos a Londres que ya tiene programas de reparto de cajas a mujeres que dan a luz, promoviendo que los padres tengan siempre a su bebé en la misma habitación.
En Fort Worth, Texas, Estados Unidos, se lanzará a finales de este año un proyecto para repartir alrededor de 36.000 cajas en los cuatro hospitales de la ciudad. Algo parecido arrancará en el estado de Victoria en Australia, y en la provincia de Alberta en Canadá.
En Canadá los elementos que contienen las cajas, también incluyen folletos para los padres, instructivos sobre la importancia del erupto y la leche materna.
Pero, también hay miradas escépticas. Colin Pritchard, profesor de la Universidad de Bournemouth (Reino Unido), que ha estudiado la mortalidad infantil, reconoce que las cajas de bebé podrían reducir el número de muertes vinculadas a la asfixia.
No obstante, advierte que para revertir este flagelo hacen falta medidas para acabar con la pobreza, detener a los padres fumadores, así como mejorar la educación y la atención prenatal.
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