El hipotiroidismo e hipertiroidismo exacerban cuadros psiquiátricos como depresión y sicosis si el paciente tiene antecedentes genéticos.
El hipotiroidismo e hipertiroidismopueden desencadenar problemas de salud mental en los pacientes que padecen estas patologías, informaron expertos del Hospital Arzobispo Loayza.
El endocrinólogo del nosocomio, Helart Manrique Hurtado, explicó que ambas enfermedades exacerban cuadros psiquiátricos como depresión y sicosis si el paciente tiene antecedentes genéticos.
“La hormona tiroidea es la "gasolina" de la neurona. Si el paciente tiene antecedentes familiares psicóticos y produce mucha "gasolina", mucha hormona será inadecuada pues el despertar neuronal será en exceso. Si la producción de "gasolina" es baja, se activará el depresivo. Por eso, es mejor tener niveles de hormona tiroidea normales”, explicó.
Según Manrique Hurtado, el hipotiroidismo es una de las patologías más frecuentes que se presenta en la tiroides. Se calcula que el 10% de la población mundial, y del Perú también, padece esta enfermedad que afecta sobre todo a mujeres y adultos mayores.
Factores ambientales, como radiación o presencia de toxinas, genéticos o de envejecimiento, explican la aparición de esta alteración hormonal que se manifiesta en las personas afectadas a través de fatiga, aumento de peso, caída del cabello, piel seca, uñas quebradizas y colesterol alto.
Si a pesar de estas señales, el paciente no se realiza un despistaje (palpación de las glándulas tiroideas) y una prueba de sangre para determinar el nivel de TSH (hormona estimulante de tiroides) puede presentar un cuadro de coma y morir si es severo.
Hipertiroidismo
El hipertiroidismo es otra enfermedad habitual de la tiroides que la genera un cuadro de stress severo que, al originarse, incrementa la producción de hormona tiroidea.
“La pérdida de trabajo, de un ser querido o una discusión violenta pueden generar cuadros severos de stress e inducir la aparición de la enfermedad, sobre todo si genéticamente la persona está predispuesta”, comentó el endocrinólogo.
La disminución de peso, la caída del cabello, uñas quebradizas y ojos saltones, además de nerviosismo, irritabilidad hasta pánico son señales que indican la presencia de la enfermedad. La falta de atención oportuna, puede generar una “tormenta tiroidea”. Es decir, colapso del corazón del paciente y del sistema neurológico.
La presencia de nódulos tiroideos (bultos pequeños, medianos y grandes) que salen sobre la tiroides también es una patología habitual. Según el integrante del servicio endocrino del hospital de cada 100 casos, 8 tienen diagnóstico de cáncer.
Manrique Hurtado reconoció que la incidencia y prevalencia de casos de gestantes que presentan inflamación de la tiroides después del parto está incrementándose, aunque no precisó causas. “Este problema de salud pasa muchas veces desapercibido porque no muestra señales y síntomas”, aclaró.
Estadísticas que maneja el especialista muestran que las mujeres son las más afectadas por problemas en las glándulas tiroideales. La relación mujer-hombre es de 4 a 1, comentó.
Por eso, dijo, es recomendable que las personas se realicen sus despistaje, pruebas de sangre y ecografía, a cargo de personal especializado, a partir de los 40 años.
Andina
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