El riesgo de epilepsia dura más de una década en niños y jóvenes que hayan sufrido lesiones cerebrales traumáticas, según afirma un artículo publicado.
El riesgo de epilepsia dura años, incluso más de una década, en los niños y jóvenes que hayan sufrido lesiones cerebrales traumáticas, según afirma un artículo publicado hoy en la versión "online" de "The Lancet".
De acuerdo con su autor, el doctor Jakob Christensen, del departamento de neurología del hospital universitario de Aarhus, en Dinamarca, la constatación de ese hecho debería servir para buscar y desarrollar tratamientos preventivos.
El equipo liderado por Christensen obtuvo datos del registro civil danés de 1,6 millones de jóvenes nacidos entre 1977 y 2002.
Luego recabaron información sobre lesiones cerebrales traumáticas y epilepsia del registro hospitalario nacional, y estimaron el riesgo relativo.
Comprobaron que, en general, el riesgo de epilepsia se duplicaba en el caso de pacientes con una lesión cerebral leve o fractura del cráneo, mientras que aumentaba siete veces en los que habían sufrido daños cerebrales graves.
Incluso diez años después de haber padecido la lesión persistía el riesgo, observaron los expertos.
Así, una década más tarde el riesgo era 1,5 veces mayor para los jóvenes que sufrieron una lesión leve, se duplicaba para los que se habían fracturado el cráneo y era 4,5 veces más alto para los que habían sufrido daños cerebrales graves.
Además, el riesgo era mayor para las personas de más 15 años: con lesión leve, el riesgo de epilepsia aumentaba 3,5 veces, y 12 veces en caso de daños serios.
Según el estudio danés, las mujeres corrían un riesgo ligeramente superior al de los varones, mientras que el riesgo era mucho más alto para las personas con antecedentes de epilepsia en la familia.
"Las lesiones cerebrales traumáticas son un indicador de riesgo significativo de la epilepsia muchos años después de haberse sufrido el daño", concluyen los autores.
Los expertos recomiendan investigar nuevas maneras de prevenir la epilepsia post-lesión, ya que el tratamiento preventivo con fármacos administrados justo después de sufrir el accidente ha dado resultados desalentadores. EFE
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