Habitantes de Brasil, Honduras y Panamá tienen menos riesgo de sufrir depresión, según estudio del Banco Interamericano de Desarrollo. La gente que vive en áreas urbanas tiene más probabilidades.
Los habitantes de los países más religiosos de América Latina como Brasil, Honduras y Panamá tienen menos riesgo de sufrir depresión, según un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El informe divulgado hoy señala además que la gente que vive en áreas urbanas tiene más probabilidades de sufrir depresión, una situación que se agrava si en esos centros urbanos existe una gran desigualdad social.
El estudio, que analizó datos de 93 países obtenidos de la encuesta de opinión pública realizada por la firma Gallup en el año 2007, señala también que el nivel de ingresos, medido según el Producto Interior Bruto per cápita, no afecta la posibilidad de depresión.
El informe patrocinado por el BID y elaborado por los economistas de la Universidad de la República en Uruguay Natalia Melgar y Máximo Rossi, es el primero en realizar un amplio análisis transfronterizo sobre el impacto de factores como el desempeño económico en la depresión.
Los investigadores utilizaron como referencia EE.UU., por la amplia disponibilidad de datos e investigación sobre el tema y realizaron a continuación un gráfico en el que mide las posibilidades de los ciudadanos de un determinado país de estar más deprimidos que los estadounidenses.
Según Melgar y Rossi, los habitantes de Etiopía, Corea del Sur y Bolivia son los que tienen más posibilidades de sufrir depresión que los residentes en EE.UU., mientras que los de Mauritania, Albania y Dinamarca los que menos.
Los autores descubrieron que entre los 14 países con mayor disparidad de ingresos que experimentaron menores posibilidades de sufrir depresión al menos ocho tenían un alto porcentaje de gente religiosa: Honduras, Panamá, Níger, Senegal, Jamaica, Uganda, Brasil y Mozambique.
El estudio también confirma las conclusiones de informes previos que apuntan que los hombres tienden a deprimirse menos que las mujeres y que los casados también lo hacen menos que los solteros.
Además, los divorciados sufren más el mal que los viudos, mientras que los desempleados son también un grupo de alto riesgo.
EFE
El informe divulgado hoy señala además que la gente que vive en áreas urbanas tiene más probabilidades de sufrir depresión, una situación que se agrava si en esos centros urbanos existe una gran desigualdad social.
El estudio, que analizó datos de 93 países obtenidos de la encuesta de opinión pública realizada por la firma Gallup en el año 2007, señala también que el nivel de ingresos, medido según el Producto Interior Bruto per cápita, no afecta la posibilidad de depresión.
El informe patrocinado por el BID y elaborado por los economistas de la Universidad de la República en Uruguay Natalia Melgar y Máximo Rossi, es el primero en realizar un amplio análisis transfronterizo sobre el impacto de factores como el desempeño económico en la depresión.
Los investigadores utilizaron como referencia EE.UU., por la amplia disponibilidad de datos e investigación sobre el tema y realizaron a continuación un gráfico en el que mide las posibilidades de los ciudadanos de un determinado país de estar más deprimidos que los estadounidenses.
Según Melgar y Rossi, los habitantes de Etiopía, Corea del Sur y Bolivia son los que tienen más posibilidades de sufrir depresión que los residentes en EE.UU., mientras que los de Mauritania, Albania y Dinamarca los que menos.
Los autores descubrieron que entre los 14 países con mayor disparidad de ingresos que experimentaron menores posibilidades de sufrir depresión al menos ocho tenían un alto porcentaje de gente religiosa: Honduras, Panamá, Níger, Senegal, Jamaica, Uganda, Brasil y Mozambique.
El estudio también confirma las conclusiones de informes previos que apuntan que los hombres tienden a deprimirse menos que las mujeres y que los casados también lo hacen menos que los solteros.
Además, los divorciados sufren más el mal que los viudos, mientras que los desempleados son también un grupo de alto riesgo.
EFE
Comparte esta noticia