Las muelas de juicio pueden provocar diversos problemas desde simples hasta complejos.
Las muelas del juicio o terceros molares, por falta de espacio o por falta de crecimiento de los maxilares no logran su posición adecuada y pueden provocar diversos problemas desde simples hasta complejos como: desviar los demás dientes y generar diversas infecciones.
El miedo al dolor retrasa y complica la cirugía de extracción de las muelas del juicio. “Es importante acudir al especialista cuando empiezan a dar problemas para así poder facilitar el tratamiento”, según indica Luz María Quispe, doctora de la clínica odontológica Sonrisas y Sonrisitas.
“Las muelas del juicio ocasionan molestias en gran parte de la población, pero muchos recién buscan ayuda cuando el dolor es insoportable y llegan a la clínica cuando el problema ya es severo", asegura la especialista.
La extracción de terceras molares se realiza cuando estén en mala posición, su forma no sea la adecuada o estén dañando algunas otras estructuras en su alrededor. La primera acción es acudir con el estomatólogo quién evaluará la necesidad de realizar un procedimiento quirúrgico.
La erupción de estos molares ocasionan dolor e inflamación pero cuando no encuentran sitio dónde brotar estas incomodidades se incrementan, dando lugar a que el paciente evite el cepillado en esta zona, esto puede propiciar una infección por falta de aseo.
La especialista indica que se debe controlar la inflamación y la infección y derivar al paciente a rayos “X” para que se tomen placas radiográficas a fin de conocer la posición precisa de la muela, si se corrobora que está mal posicionada hay que extraerla mediante cirugía.
En ocasiones, los terceros molares pueden ser de origen infeccioso o bien la causa de quistes o tumores que ameritan un tratamiento quirúrgico más extenso por parte del cirujano maxilofacial.
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