Un estudio sugiere alterar el precio de los productos menos saludables, lo que sería un posible mecanismo para conducir a los adultos hacia una dieta más sana.
Subir el precio de la "comida basura" y bajar el de los alimentos saludables podría ser un método útil para corregir la dieta de la población e instaurar hábitos de alimentación sana, según desvela un estudio publicado hoy por la revista JAMA.
"Más impuestos (sobre el precio de los productos poco saludables) podría hacer caer el consumo de bebidas azucaradas e incrementar el consumo de alternativas sanas", explicaron en un comunicado los autores del trabajo, encabezado por Kiyah J. Duffey, profesor de la universidad de Carolina del Norte.
De acuerdo con el estudio, los adultos de ése país tienden a comer menos pizza y beber menos refrescos azucarados cuando el precio de estos productos aumenta.
Según estiman, un impuesto del 18 por ciento sobre productos no saludables provocaría un descenso de 56 calorías por persona y día en ese país, lo que permitiría bajar en 2,27 kilogramos el peso de cada consumidor y reducir considerablemente su riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la obesidad.
"Profesionales de salud pública y políticos han sugerido que los alimentos ricos en calorías, grasas saturadas y azúcar añadido estén sujetos a impuestos extra y que los alimentos más sanos (fruta y verdura, por ejemplo) sean subvencionados", recordaron los autores en el comunicado.
Duffey y su equipo tomaron como referencia para el trabajo los hábitos alimentarios de 5.115 jóvenes de entre 18 y 30 años durante un período de 20 años (1985/86-2005/06) y compararon el precio de los productos "basura" en ese período con la altura, peso y niveles de glucosa e insulina en la sangre de los participantes.
"En conclusión, nuestras conclusiones sugieren que las políticas nacionales, estatales o locales para alterar el precio de los productos menos saludables y las bebidas podrían ser un posible mecanismo para conducir a los adultos en EEUU hacia una dieta más sana", indicaron los investigadores.
En 2009, Estados Unidos - donde uno de cada tres niños son obesos- encabezó, junto con Kuwait, la lista de las diez naciones con mayores índices de obesidad, en la que México figura en el quinto lugar, Venezuela en el sexto y Guatemala en el décimo, según el informe de la consultora Euromonitor.
EFE
"Más impuestos (sobre el precio de los productos poco saludables) podría hacer caer el consumo de bebidas azucaradas e incrementar el consumo de alternativas sanas", explicaron en un comunicado los autores del trabajo, encabezado por Kiyah J. Duffey, profesor de la universidad de Carolina del Norte.
De acuerdo con el estudio, los adultos de ése país tienden a comer menos pizza y beber menos refrescos azucarados cuando el precio de estos productos aumenta.
Según estiman, un impuesto del 18 por ciento sobre productos no saludables provocaría un descenso de 56 calorías por persona y día en ese país, lo que permitiría bajar en 2,27 kilogramos el peso de cada consumidor y reducir considerablemente su riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la obesidad.
"Profesionales de salud pública y políticos han sugerido que los alimentos ricos en calorías, grasas saturadas y azúcar añadido estén sujetos a impuestos extra y que los alimentos más sanos (fruta y verdura, por ejemplo) sean subvencionados", recordaron los autores en el comunicado.
Duffey y su equipo tomaron como referencia para el trabajo los hábitos alimentarios de 5.115 jóvenes de entre 18 y 30 años durante un período de 20 años (1985/86-2005/06) y compararon el precio de los productos "basura" en ese período con la altura, peso y niveles de glucosa e insulina en la sangre de los participantes.
"En conclusión, nuestras conclusiones sugieren que las políticas nacionales, estatales o locales para alterar el precio de los productos menos saludables y las bebidas podrían ser un posible mecanismo para conducir a los adultos en EEUU hacia una dieta más sana", indicaron los investigadores.
En 2009, Estados Unidos - donde uno de cada tres niños son obesos- encabezó, junto con Kuwait, la lista de las diez naciones con mayores índices de obesidad, en la que México figura en el quinto lugar, Venezuela en el sexto y Guatemala en el décimo, según el informe de la consultora Euromonitor.
EFE
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