Uganda, un país con 36 millones de habitantes, de los cuales ocho millones corren el riesgo de contraer tracoma, es uno de los más afectados en África por la enfermedad.
Más de 200 millones de personas de 51 países de África, Asia y América Latina corren el riesgo de padecer tracoma, una dolencia infecciosa conocida como la ceguera de los pobres porque solo se registra en los países con menor desarrollo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2015, África es el continente más afectado por esta enfermedad contra la que lucha la Iniciativa Internacional contra el Tracoma (ITI), que se propone acabar con la dolencia en 2020, junto a la Coalición Internacional para el control del Tracoma (ICTC) .
La ITI, creada por la Fundación Edna McConell Clark y la farmacéutica Pfizer, ha donado 500 millones de dosis de zitrimocina, un antibiótico que se ha mostrado eficaz contra la bacteria que provoca la dolencia, la "clamydia trachomatis".
Uganda, un país con 36 millones de habitantes, de los cuales ocho millones corren el riesgo de contraer tracoma, es uno de los más afectados en África por una enfermedad cuyo costo económico global anual por pérdida de productividad se estima entre 3.000 y 6.000 billones de dólares, según la ITI.
Con casi 1,8 trabajadores sanitarios por cada 1.000 habitantes -el ratio recomendado es de 2.5- , Uganda casi ha conseguido el Objetivo del Milenio en mortalidad infantil, y su esperanza de vida ronda los 60 años. En 2013 el gasto en salud representó el 9.8 del PIB, según datos de la OMS.
¿Cuáles son los síntomas? ¿Es reversible?
La dolencia se transmite por contacto con secreciones oculares y nasales de personas infectadas, especialmente niños pequeños que son reservorio de la infección.
También se propaga a través de las moscas que han estado en contacto con los ojos o la nariz de una persona infectada.
La infección causa inflamación y formación de cicatrices en la superficie del ojo, que provoca que el párpado se invierta (entropión) y que las pestañas toquen el globo ocular.
Las intervenciones se llevan a cabo para frenar el avance de la enfermedad y quitar el dolor, ya que la recuperación de la visión que se ha perdido es imposible.EFE
Comparte esta noticia