Joven fue quemada viva en ciudad de Papúa Nueva Guinea, país donde las mujeres acusadas de practicar adulterio, brujería o de padecer el sida son asesinadas.
Una joven de entre 16 y 20 años fue atada desnuda a una pira y quemada viva en una ciudad del interior de Papúa Nueva Guinea, un país donde las mujeres acusadas de practicar adulterio, brujería o de padecer el sida son asesinadas mediante rituales de magia negra, informa hoy la prensa local.
Testigos presenciales explicaron que la fallecida fue amarrada a una pila de troncos con los ojos vendados, maniatada y amordazada, antes de ser rociada con gasolina y prendida fuego ayer, en Mount Hagen, la tercera población más poblada del país.
"No encuentro las palabras para describirlo, pero es un acto de barbarie", dijo el jefe de Policía de la región de las Tierras Altas, Simon Kauba.
El virus del sida es un estigma en las zonas montañosas de Papúa, donde la enfermedad es asimilada desde una perspectiva supersticiosa.
La prensa ha publicado casos de enfermos enterrados vivos por sus familiares ante el temor a contraer la infección, por lo que la mayoría de los afectados esconden su condición, contribuyendo a extender la epidemia.
El dos por ciento de una población de seis millones de personas es portadora de la enfermedad en Papúa (dos tercios de ellos en las áreas rurales), aunque las estimaciones aseguran que el porcentaje subirá hasta el 5 por ciento antes de 2012.
La agencia australiana "AusAID" estima que, de seguir la tendencia actual, la fuerza laboral mermará un 12,5 por ciento, el Producto Interior Bruto disminuirá un 1,3 por ciento y los enfermos ocuparán el 70 por ciento de las camas de los hospitales por culpa de la enfermedad, en 2025. EFE
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