La vacuna contra del Virus del Papiloma Humano (VPH) representa una oportunidad para educar en la prevención del cáncer entre adolescentes latinoamericanos.
La inoculación de la vacuna en contra del virus del papiloma humano (VPH) representa una oportunidad para educar en la prevención del cáncer y mejorar la salud de los adolescentes latinoamericanos, aseguraron en Panamá expertos de la región.
Al respecto, los investigadores señalaron que los posibles efectos secundarios no deben cerrar las puertas a los avances de la ciencia.
Según la asesora regional en Salud de adolescentes y jóvenes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Matilde Maddaleno, "la vacuna no debe considerarse una herramienta aislada, sino una oportunidad para introducir un paquete de intervenciones que ayuden a mejorar la salud sexual de los jóvenes".
Maddaleno pronunció la conferencia inaugural del XI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Obstetricia y Ginecología de la Infancia y de la Adolescencia (ALOGIA), que se celebró esta semana en Panamá con la participación de especialistas de toda latinoamérica y que finaliza hoy sábado.
La OPS recomendó al Gobierno de Panamá, que desde finales del año pasado está vacunando de forma gratuita con la VPH a las niñas de 10 y 11 años para evitar el cáncer de cuello uterino, que aproveche esta medida para introducir el tema de la prevención del cáncer.
"Cuando la niña acuda al consultorio, se le debe facilitar información y a la vez proponer una citología vaginal o Papanicolau a la madre", explicó a Efe la doctora Maddeleno.
De esta manera, Panamá, con el apoyo de la OPS y a través del Centro de Investigación en Reproducción Humana, participará junto con México, Colombia, Perú y Bolivia en un estudio de seguimiento de las jóvenes vacunadas para avanzar en esta línea.
El director del Instituto Oncológico Nacional, Jorge Lasso de la Vega, señaló que "las diferentes metodologías de Papanicolau no alcanzan en Panamá los niveles de cobertura apropiados", ya que sólo cubren el 30 por ciento de la población.
Para que esa prueba tenga "un impacto real sobre la incidencia de cáncer tiene que alcanzar más del 80 por ciento de la población", explicó.
Lasso ve el programa de inmunizaciones en contra del virus del papiloma humano (VPH) como una oportunidad para lograr esos niveles de prevención, ya que la cobertura de las vacunas en Panamá alcanza a más del 95 por ciento de la población.
Sobre las convulsiones registradas en España por dos niñas vacunadas contra el VHP, la presidenta del Comité Organizador de ALOGIA, Ruth Graciela de León, consideró que los efectos adversos "no deben cerrar la puerta a algo que trae beneficios a muchas más personas".
En Panamá, el primer país latinoamericano en suministrar esta vacuna de forma gratuita, se dan 144 víctimas anuales por el VPH, enfermedad causante del 70 por ciento de los casos de cáncer cervical.
La vacuna debe suministrarse antes de que se inicie la actividad sexual, lo que también ha generado discusión en la sociedad, por lo acertado o no de la edad prevista de la inoculación en niñas que aún no han madurado sexualmente.
Dos niñas de Valencia, España, presentaron reacciones en febrero pasado pocas horas de recibir la segunda dosis de la vacuna, que consiste en tres aplicaciones, y desde entonces ingresaron en varias ocasiones en el Hospital Clínico de Valencia por sufrir diferentes crisis de convulsiones.
Sin embargo, las autoridades de sanidad decidieron continuar con la vacunación contra el virus del papiloma humano, así como seguir con la evaluación de los casos las dos niñas, en coordinación con la Agencia Europea del Medicamento. EFE
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