El Ministerio de Salud lo aprobó la semana pasada, luego de dos años del derrame en Imaza (Amazonas). Médico en toxicología clínica-ambiental revela que algunas sustancias derramadas son cancerígenas.
Tres mil barriles de petróleo en promedio se diseminaron en el distrito de Imaza, ubicado en la provincia de Bagua, región Amazonas, producto del rompimiento de una parte del Oleoducto norperuano (ONP). Luego de más de dos años de sucedida la tragedia socioambiental, el Ministerio de Salud acaba de aprobar un plan de acción para atender a las comunidades nativas afectadas de Nazareth, Pakun, Wachapea y Umukay.
RPP Noticias se comunicó con el médico experto en toxicología clínica-ambiental, Fernando Osores, quien tuvo la oportunidad de visitar la zona cuando sucedió el derrame del crudo a inicios del 2016, en su calidad de asesor médico en apoyo al Instituto de Defensa Legal (IDL), que siguió el caso.
A continuación, te explicamos los puntos principales que explican el documento técnico llamado “Plan de Acción de Salud Integral con Pertinencia Cultural”, cuyo accionar durará hasta el 2021 y atenderá a más de 550 familias de las comunidades nativas afectadas.
Una contaminación que persiste hace dos años
El derrame petrolero en el distrito de Imaza (región de Amazonas) se dio a inicios del 2016. Un derrame de tal envergadura esparció una serie de sustancias químicas nocivas a la salud humana y la naturaleza. “Cuando llegué al lugar olía por todos lados a combustible quemado y la dificultad de respirar era incontenible”, describe el escenario el médico Osores.
Al caer el crudo a la naturaleza no solo contaminó con metales pesados como el arsénico y el cadmio, sino también con sustancias de alto valor cancerígeno, según información de la Organización Mundial de la Salud. Hablamos de químicos como el benceno y el benzopireno. Así lo confirmó Osores.
La evaporación de las sustancias del crudo y derivadas de esta contaminan también a las personas y ocasionan síntomas como la tos; ardor de ojos y piel; problemas respiratorios; mareos y dolor de cabeza.
“En un primero momento la intoxicación fue aguda. Pero comunicándome con pobladores de las comunidades algunos todavía presente este cuadro de síntomas, lo que significa que los efectos se han vuelto subagudos y hasta crónicos (permanentes)”, manifestó el experto en toxicología clínica-ambiental.
El Plan ejecutará una atención médica integral
De acuerdo con la información del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), que siguió este caso, la aprobación de este documento técnico significa que la Dirección Regional de Salud (DIRESA) de Amazonas implementará un programa para la vigilancia epidemiológica y la vigilancia sanitaria de la calidad del agua que consumen las comunidades.
Según Osores, esto permitirá examinar el grado de contaminación en las personas y en los alrededores. Esto resalta porque, según el experto, hasta el momento no se ha realizado algún despistaje de metales pesados o de intoxicación en el lugar. Esto beneficiará a más de 550 familias de las cuatro comunidades contaminadas.
RPP Noticias se intentó comunicar con el Ministerio de Salud para conocer los detalles del plan, pero desde el despacho de comunicaciones nos respondieron que iban a brindar declaraciones recién en el mes de febrero.
El caso de la contaminación petrolero en Imaza (Amazonas) fue un caso bastante mediático no solo por la contaminación en sí, sino porque se denunció el uso de personas de las comunidades nativas, entre las que se encontraban niños, para el recojo del crudo.
Gracias a una acción de amparo que impuso el líder indígena de la comunidad nativa de Nazareth, Norberto Wamputsag, frente a un juzgado de Bagua (Amazonas) en noviembre del año pasado, se pudo emitir una medida cautelar para que el Ministerio de Salud aprobara el plan de atención.
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