Estas redes se encontraron entre el hipocampo y la amígdala, áreas cerebrales vinculadas a la memoria y las emociones negativas. La investigación permitirá desarrollar mejores terapias en personas ansiosas, depresivas y con trastornos del ánimo.
Cuando una persona está deprimida no presenta una condición mental que dura un momento, sino un trastorno que se puede extender por varios días. Esto hace que las terapias para enfrentar este tipo de anomalías a veces fallen. Por eso un grupo de investigadores decidió estudiar la depresión, pero de manera prolongada en la actividad cerebral.
En una nueva investigación de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) científicos detallan que descubrieron patrones comunes en el cerebro que actúan al unísono cuando una persona se encuentra en estado depresivo.
"Los investigadores lograron medir la actividad eléctrica de las zonas cerebrales que se activan cuando la persona tiene mal humor, depresión y ansiedad", dijo el Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta, durante el programa de La Rotativa del Aire.
Lo particular de la investigación es que reveló que no es un órgano en específico en un momento determinado el que actúa cuando alguien está con un estado de ánimo bajo, sino áreas completas del cerebro en largos períodos de tiempo. Entre 7 a 10 días fue el tiempo de seguimiento a la actividad cerebral de los investigadores como parte del estudio enmarcado en la denominada neurobiología del humor.
Fueron 21 pacientes voluntarios con epilepsia quienes tuvieron implantados entre 40 a 70 electrodos conectados a su cerebro. La situación se presentó porque los pacientes estaban en un momento previo a que se les extraiga el tejido cerebral que les causa las convulsiones.
En paralelo, los pacientes registraron regularmente su estado de ánimo a lo largo del día en una libreta. Los científicos encontraron relación entras los momentos afirmados como tristes y las zonas cerebrales registradas con los electrodos, explicó Huerta.
Las redes cerebrales descubiertas son las denominadas Redes de Coherencia Intrínseca, los cuales son grupos de regiones cerebrales cuyos patrones de actividad fluctúan regularmente juntos en una frecuencia común.
Sin embargo, estos grupos de regiones cerebrales que se sincronizaron repetidamente en frecuencias específicas solo se reconocieron en 13 personas de las 21. No es coincidencia que justamente esas 13 personas habían registrado episodios cotidianos de ánimo bajo o depresión, según la web Neuroscience News.
Las redes ubicadas en la actividad cerebral en las personas depresivas son caracterizadas por las ondas betas que recorren las regiones del hipocampo y la amígdala, áreas relacionadas a la memoria y las emociones negativas.
Con este hallazgo, los científicos podrán desarrollar mejores terapias en las personas con cuadros de ansiedad, depresión y trastornos del ánimo.
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