En el Perú, la tasa de donantes de órganos y tejidos es de 1.6 donantes por cada millón de habitantes, una de las más bajas de Latinoamérica.
En Argentina fue aprobado por unanimidad una nueva ley de trasplantes de órganos y tejidos. La denominada "Ley Justina" hará que toda persona mayor de edad se convierta en una donante de órganos, salvo que exprese su voluntad de no serlo antes de morir.
En el Perú, la tasa de donantes de órganos y tejidos es de 1.6 donantes por cada millón de habitantes, una de las más bajas de Latinoamérica. Una situación que agrava la situación de muchos pacientes con enfermedades crónicas que esperan por largo tiempo un trasplante que pueda mejorar su calidad vida y hasta salvarlos de la muerte.
La directora de la Dirección de Donaciones, Trasplantes y Banco de Sangre del Ministerio de Salud (Minsa), Luz Esperanza Meza Vargas, el principal problema para encontrar donantes es la negativa de la familia de la persona fallecida con muerte cerebral, ya que existe la creencia que la operación de trasplante daña la apariencia física del familiar fallecido.
“Esto es falso. La donación no ocasiona daño en la apariencia física del donante, pues el proceso de extracción se realiza con todos los cuidados de una intervención quirúrgica”, señaló.
La especialista indicó que un solo donante puede beneficiar hasta 10 personas, en vista que es posible trasplantar riñón, páncreas, pulmón, hígado, corazón, piel y córnea, entre otros. Por ello, hizo un llamando a la solidaridad de los ciudadanos para con los 5 949 pacientes que se encuentran en la lista de espera a nivel nacional.
Asimismo, dijo que en muchas ocasiones los familiares no conocen la decisión que su familiar fallecido tuvo en vida con respecto a la donación. “En el país hay cerca de 131 mil personas que han firmado el acta de consentimiento del donante. De igual modo, se estima que el 14% de los ciudadanos ha consignado en su Documento Nacional de Identidad (DNI) su voluntad d donar sus órganos y tejidos”, acotó.
Mitos y verdades. El tema de la donación está muy marcado por la desconfianza y temor de los ciudadanos, principalmente cuando se trata de un familiar fallecido.
Uno de estos temores es el tráfico de órganos. La directora de la Organización Nacional de Donación y Trasplantes, María Delgado, explica que cada intervención quirúrgica cuenta con un reporte y está presente un equipo multidisciplinario.
Que el fallecido quede desfigurado es otro mito que Delgado aclara. De acuerdo a la especialista, los cirujanos realizan una operación cuidadosa con el fin de que no quede ninguna huella o marca y que al momento de la entrega del cuerpo sea lo más tranquilo para la familia.
Rango de edades. Para ser receptor y donante no límite de edad, todo depende de la necesidad de salvar: “Si hablamos de un donante de mucha edad, más de 60 años, las posibilidades de utilización del órgano son menores, pero también es cierto que tenemos receptores de más de 70 años, entonces un órgano de una persona de 60 años bien le podrá servir a esa persona de 70 o 75 años para tener una calidad de vida”, indica Delgado.
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