Hay mujeres e incluso parejas que no conocen sus cuerpos ni saben cómo estimularse para lograr la plenitud en la intimidad.
Salud
Clítoris
Desde el punto de vista evolutivo, macho y hembra han necesitado de estimulación durante el acto sexual para que ambos puedan reproducirse. Pero la mujer cuenta con un órgano pequeño y poderoso que la puede llevar al clímax: el clítoris.
De características personalizadas, este órgano que en promedio mide 6 milímetros de largo y 4 milímetros de ancho, puede variar en su tamaño. "No es que un clítoris más grande dé mayor placer, es igual que decir que a mayor tamaño del pene habrá un mayor placer, eso no es así", aclara la ginecóloga Jeannette Marchena.
El clítoris tiene por única función el placer sexual. Su sensibilidad se debe a que cuenta más terminaciones nerviosas que cualquier otra zona de la anatomía femenina, y su plus es que no envejece. "No se arruga y no va a tener mayor cambio, aunque puede haber una hipertrofia (crecimiento) de la zona, porque responde a un estímulo hormonal".
De acuerdo al psicólogo clínico y especialista en salud sexual y reproductiva Gary Rivera, todavía falta romper con los prejuicios y dar mayor información a parejas que todavía no conocen sus cuerpos ni saben cómo estimularse para lograr la plenitud en la intimidad.
"Algunos creen que solo la actividad sexual se basa en la penetración (coito) y se olvidan de estimular otras partes del cuerpo, incluyendo el clítoris. Se puede hacer manualmente (dedo), con la boca (cunnilingus), con objetos como una almohada o con juguetes sexuales".
Sin llegar al sexo explícito se puede lograr el orgasmo e incluso el multiorgasmo. Por ejemplo, "los besos en las zonas erógenas como el cuello, detrás de las orejas, en las espalda o la cadera".
El clítoris es clave en la salud sexual de la mujer, pero no hay que olvidar que todo se origina en las órdenes que se mandan desde nuestro cerebro.
Ellas al igual que los varones son libres de practicar el autoerotismo, lamentablemente en pleno siglo XXI todavía existen sociedades que aplican la mutilación genital femenina. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 200 millones de mujeres y niñas vivas han sido mutiladas en 30 países de África, Oriente Medio y Asia, donde se concentra esta práctica.
El organismo sanitario advierte que estos procedimientos no aportan ningún beneficio, al contrario, pueden producir hemorragias graves y problemas urinarios; a largo plazo causar quistes, infecciones, complicaciones del parto y aumento del riesgo de muerte del recién nacido.
"Algunas sociedades practican la ablación, pues consienten que solo se tengan relaciones sexuales con el objetivo de la reproducción, pero está prohibido sentir placer”, dice el especialista. “Una mujer mutilada a la que le quitan una parte importante, siente dolor, malestar hasta rechazo a la actividad sexual y desarrolla fobias", continúa el psicólogo Gary Rivera, colaborador en la ONG Apropo.
Las experiencias traumáticas requieren de un proceso terapéutico dirigido a la víctima, pero también se debería incluir a la pareja.
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