El exceso de azucar en general, pero que principalmente está en las bebidas azucaradas, es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas que pueden llevar a la muerte.
El sedentarismo, el tabaquismo, el alcoholismo, la herencia genética y los malos hábitos alimenticios son factores que influyen en la aparición y desarrollo de enfermedades como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer.
No obstante, existe un factor que incrementa considerablemente el riesgo de padecer estos males crónicos: las bebidas azucaradas como las gaseosas y/o los jugos saborizados embotellados o en cajita consumidos en exceso.
Pero incluso una persona que consume jugos naturales pero les agrega mucha azúcar está contribuyendo a la aparición de estas enfermedades crónicas. Así lo advierte la especialista en nutrición, Sara Abu Sabbah.
"El azúcar que el cuerpo no necesita ni utiliza, lo va a guardar en forma de grasa, que es lo que se conoce como triglicéridos. Si la persona consume más azúcar de la que necesita, se elevan los trigilicéridos en la sangre y se pueden presentar problemas a nivel cardiovascular", advierte la especialista.
Por otro lado, el exceso de azúcar en el cuerpo almacenado en forma de grasa produce un aumento de peso no deseado, lo que puede contribuir a la aparición de enfermedades como la diabetes o hipertensión arterial. En ese sentido, un diabético o hipertenso no contralado o que continúa con sus malos hábitos, puede sufrir accidentes cerebrovasculares.
Asimismo, Abu Sabbah detalla que incluso se pueden presentar algunos tipos de cáncer cuyo factor de riesgo es la obesidad, la cual, como se mencionó líneas arriba, se ve influenciada por el consumo excesivo de azúcar.
Gaseosas o jugos ¿cuál es peor?
"No es muy certero decir cuál tiene más azúcar porque las cantidades y los componentes pueden variar dependiendo de las marcas, los productos y tamaños. Lo que sí se puede decir categóricamente es que tanto gaseosas como jugos sobrepasan los límites recomendables de azúcar", sentecia la especialista.
Finalmente, Abu Sabbah recuerda que si una persona lleva una vida saludable y toma eventualmente (una vez a la semana) una bebida azucarada no tendría porque hacerle daño. Sin embargo, si uno no tiene buenos hábitos de vida y además consume con frecuencia estas bebidas, es muy probable que tenga un efecto dañino en la salud.
Evitar excesos
La Asociación de la Industria de Bebidas y Refrescol sin Alcohol del Perú (Abresa) considera que culpar a los azúcares añadidos de una variedad de enfermedades crónicas como la obesidad y padecimientos relacionados da lugar a la confusión entre los consumidores. Eso sí, espera que mejor educación al consumidor logre resultados óptimos en salud y nutrición.
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