El doctor Percy Minaya, médico epidemiólogo y exviceministro de Salud Pública del Ministerio de Salud, comentó que la nueva variante no ha afectado la capacidad de las pruebas diagnósticas ni llamadas protección de las vacunas contra la COVID-19.
Hace unos días, la ministra de Salud Pilar Mazzetti anunció que se había detectado un primer caso de la nueva variante del SARS CoV-2 en el Perú. ¿Será esta variante la impulsora de una segunda ola en el país?
El doctor Percy Minaya, médico epidemiólogo y ex viceministro de Salud Pública del Perú, comenta que tenemos un número creciente de casos, más de 2 mil que se han reportado en las últimas horas, “que ese número es probablemente 10 veces más del que puede estar ocurriendo, dado a que no tomamos suficientes muestras en el país”.
“Tenemos, además, los indicadores de camas UCI cercanos ya al 90%, cerca de 1500 camas ocupadas, aunque el Gobierno a decretado recientemente, hace dos días atrás, la compra de 300 equipos que permitirían ampliar las camas, pero todavía no tenemos una respuesta sobre el personal que es necesario para mantener las camas. La tasa de mortalidad que ha ido creciendo progresivamente a lo largo de estas últimas 8 semanas y que ahora configuran lo que es el inicio de la segunda ola: se ve involucradas varias regiones, incluyendo Lima”, menciona.
Minaya comenta que “esta variante va a ser predominante en este marzo y va a empujar con una mayor carga viral, con una mayor afectación de los jóvenes, con una mayor capacidad de transmisión a las personas”.
“Felizmente, la variante británica no ha afectado la capacidad de las pruebas ni antigénicas, ni moleculares, ni serológicas y tampoco la capacidad de protección de las vacunas. Esta es una variante que si bien afecta la transmisiblidad, las otras características del código genético continuan adelante, aunque tiene mutaciones importantes, ninguna está afectando esas consideraciones”, explica.
¿Retorno a la cuarentena obligatoria?
Minaya considera que esta situación de regresar a la cuarentena obligatoria “debió decidirse hace varias semanas atrás”.
“Hace aproximadamente 8 semanas estamos alertando, varios especialistas, de este incremento sostenido de casos y la positividad de las pruebas, del número de fallecidos, del agotamiento de las camas UCI, pero sumamos a esto la necesidad de que hayan intervenciones a nivel de las regiones, distritos, ciertas zonas. No necesariamente tiene que entrar todo el país porque el comportamiento no es homogéneo”, afirma.
El especialista resalta que “en algunos lugares donde ya tenemos presencia importante de una epidemia que no está siendo controlada, deberíamos ya haber tomado las medidas para retroceder en la liberación de las salidas económicas”.
“Hay que ser concretos: estamos permitiendo el funcionamiento de los restaurantes, está bien, se necesita, pero podríamos atender en delivery y no tendríamos porque permitir aforos tan grandes de algunas actividades, hay actividades religiosas, gimnasios, cines, etc. que estamos viendo, así como la actividad en centros y mercados durante las compras de fin de año”, menciona.
¿Qué hacer si tenemos sospecha de caso COVID-19 en el hogar?
Minaya menciona que “la experiencia ya nos ha permitido en varias regiones del país capear temporales situaciones criticas como esta”.
“Una de las cosas importantes es que el Gobierno tiene que facilitar la apertura del primer nivel de atención. Cuando uno reconoce tempranamente los síntomas de la complicación de la COVID-19: dolor muscular creciente, fiebre, dificultad respiratoria, uno puede intervenir y cortar estas situaciones a tiempo, necesita sí servicios que puedan administrar los medicamentos, un buen monitoreo contando inclusive con un pulsioxímetro”, sostiene.
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