El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a más de 5000 mujeres peruanas al año, según cifras de la Liga contra el cáncer. Un problema de salud pública que es considerada la segunda causa de muerte por cáncer en el país y que avanza de manera silenciosa. Pese a lo que se cree, los síntomas iniciales del diagnóstico neoplásico no incluye el dolor. Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias comenta.
“Uno de los motivos de consulta más frecuentes es el de la mujer que entra muy asustada al consultorio del médico con un dolor en uno o ambos senos y se muere de miedo pensando que tiene cáncer. Ante ese cuadro, el médico recomienda exámenes de sonografía o mamografía para descartar el diagnóstico, causando días de zozobra para la mujer hasta que salgan los resultados de los estudios”, explica.
La detección temprana es clave. El cáncer de mama es una enfermedad que no se puede prevenir, pero que un chequeo continúo y consciente detecta el 95% de los casos en primeras etapas. La mamografía detecta incluso a los pólipos imperceptibles.
En el país, la edad promedio de pacientes diagnosticadas con este mal borda los 52 años. Sin embargo, el número de casos en menores de 40 años es de 15% del total. Los factores de riesgo predisponen a padecer la enfermedad.
El especialista de salud pública afirma que el estudio realizado en Texas confirma que el dolor en uno de los senos o ambos, así como en la zona alta de la espalda no son indicios efectivos de un diagnóstico de cáncer
“En un estudio que se presentó en este congreso, se estudiaron a 1790 mujeres que fueron con dolor en los pechos al hospital de Phoenix, en Arizona, en un periodo entre el 2006 y 2017. En las que se encontraron 15 casos de cáncer: 1 ocurrió en una mujer menor de 40 años; 8, en mujeres entre 40 y 49 años; y, 6, en mujeres mayores de 50 años”, explica.
En el Perú el 85 % de casos de cáncer de mama se descubren avanzados. "El tumor se descubre del tamaño de un limón o una papa, con siembras en la axila", comenta Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias.
La enfermedad empieza meses o años antes de que se manifiesten algunos signos de alerta. El crecimiento del tumor no produce dolor, y puede darse un avance silencioso que llegue al hueso o al hígado.
Si la mujer conoce su anatomía, puede detectar una anomalía al hacerse el autoexamen de mama. Pero la mamografía es más eficaz para descubrir un cáncer "cuando está del tamaño de un granito de azúcar o de una aceituna".
Huerta destaca que una detección temprana evita la extracción del seno, y solo se retira el tumor con cirugía mínima. Además, 15 años después del tratamiento, el 97 % de mujeres están vivas. “Si se diagnostica en estado avanzado, solo el 12 % de pacientes están vivas luego de 5 años”.